Un poder superior

27. Si no hay notica ¡Hazla!

Narras tú:

—Me agrada que las calles estén solas. Es muy relajante—Murmuro mientras tengo cruzado mi brazo con el de Alastor.

—Peligroso también—Me responde sin apartar la vista de en frente.

Sonrío—Eso lo hace emocionante, no peligroso—Respondo en voz baja. Lo silencioso de la calle hacia que mi voz sonara más fuerte de lo que quería, por lo tanto susurramos.

Hubo un momento de silencio donde me concentré en mirar mis zapatos.

Alastor me mira—¿Qué hacías en el infierno antes de aceptar mi trato?—Pregunta, rompiendo el silencio.

Levanto la mirada—¿Antes de venir aquí?—Asiente—Bueno, en el infierno no hay mucho qué hacer la verdad. Solo buscar territorio o intentar que no te maten...otra vez—Río—Allá abajo soy conocida como una Overlord. La más piadosa y al mismo tiempo respetada a decir verdad.

Alastor frunce el ceño—Tengo...muchas preguntas.

Suelto una risita—Hazlas. Intentaré responderlas.

—¿Overlord?—Suelta.

—Alguien de mucho poder, sobrepasa al pecador común—Me encojo de hombros—Llegué allá con mi magia, lo que me puso en ventaja de inmediato.

Acomoda sus lentes—Ya veo...¿Y qué es el "Consejo" de Lucifer?

Sonrío—Es un círculo bastante estrecho y cercano a Lucifer. Están varios de la realeza junto con algunos Overlord. Conozco la mayoría ahora—Suspiro— Discutimos sobre el estado de los diversos anillos y planeamos las nuevas actualizaciones del infierno. A decir verdad...es bastante divertido. Sobre todo las discusiones—Niego con la cabeza recordando los momentos con una sonrisa—Una vez, incluso Lucifer se metió a pelear, fué un desastre total. La mitad de su castillo quedó destruido. Su esposa casi lo cuelga de un palo—Le narro divertida.

Él también ríe, una maravillosa sonrisa de boca cerrada. Tan~ guapo y tranquilo. De alguna manera parece relajado.

Alastor nos guía a una calle desolada, tan callada y tranquila como las anteriores. Nuestro paseo nocturno se está volviendo aburrido, no veo nada interesante. ¡Ni siquiera a alguna alma en pena que me sirva de alimento!

Justamente cuando me resignada a no comer nada esta noche, escuché un sonido a nuestras espaldas.

El sonido era parecido a cuando unos zapatos nuevos chocan con el pavimento, mis orejas se dirigen hacia atrás, alertas y precavida. De reojo miré a Alastor, el cual no parece haber oído el sonido

Creo.

—Entonces...si voy a ir al infierno, ¿Necesito territorio para ser un Overlort?—Pregunta mirando su reloj de bolsillo.

Mis orejas se mueven de nuevo al escuchar los pasos detrás de nosotros. Decido ignorarlos una vez más.

—No solo territorio, también contactos, informantes, hacer tratos, también necesitas poder, es lo mínimo como para impedir que no te aplasten allá abajo—Gruño—Mi primer día fué un desastre. Tuve que pasear sin rumbo buscando alguien que pueda ayudarme. Sin embargo, es el infierno. ¡Nadie ayuda a nadie a menos que lo amenace! Es la ley allá abajo.

Alastor suspira—Bien, basta de charla, mi hermosa acompañante ¿Qué desea hacer con el polizón?

Una sonrisa divertida cruza mis labios—¿Lo sentiste?—Pregunto refiriéndome a quién sea que nos está persiguiendo desde los últimos 5 minutos de nuestro paseo nocturno.