01. Actualidad.

707 104 104
                                    

Es sorprendente como el infierno puede cambiar a una persona.

A un pecador.

Era sorprendente, sin duda. Cómo los años te aplastan como si no fueras  nada.

Tal vez es cierto. Tal vez no somos nada.

Como sea.

Tenía una puta resaca de mierda encima que no podía ni siquiera imaginarme dando un paso fuera de mí cama.

Oh~mi suave cama.

...No, espera.

¡Esta no es mi cama!

Abro un ojo, este mira con discreción todo a mi alrededor con rápidez para tener una pista de dónde estoy.

Luces azules. Débiles, leves. Cables por ahí y por allá. Un techo alto, cama alta con mantas azul eléctrico cubriéndome. Todo parece de tan nuevo, reluciente, tecnológico.

Suspiro. Ya sé dónde estoy.

Me giro en la enrome y cómoda cama con pereza, intentando olvidar la borrachera que me dí en la noche anterior. Mi pierna choca con un cuerpo bajo las sábanas.

El cuerpo se mueve bajo las sábanas con lentitud, soltando unos gruñidos y palabras inentendibles. Me rodea la cintura y me atrae hacia él.

Río.

La fragancia a menta es reconfortante. Aspiro hondo.

—No me digas que ya estás despierta—Pregunta. Su voz ligeramente lejana y distorsionada llega a mis orejas.

—Lamentablemente—Respondo.

Este levanta su cabeza—Eres un fastidio.

Bufo—Si te parezco un fastidio...¿Por qué sigo aquí?—Pregunto yo mientras pongo el codo en la almohada y sostengo mi cabeza con la mano.

Deja caer su cabeza en la almohada gigante de nuevo—No lo sé.

Hay un momento de silencio entre ambos. Este al escuchar que no formulo palabra, cierra sus ojos brillantes, dispuesto a dormir de nuevo. Aparto su mano de mi cintura y jugueteo con sus dedos.

—Tengo hambre—Digo.

Este levanta de nuevo su cabeza—¿¡Qué!? ¡No jodas! Con esta resaca de mierda y piensas en comida.

Me encojo de hombros. Me siento en la cama, moviéndome entre las sábanas en forma de olas infinitas de azul. Me monto sobre él, quedando a ahorcadillas sonriéndole. Mis ojos dorados brillan a tal punto que veo mi reflejo en su pantalla.

—Vox~—Acaricio su pantalla con la punta de mi dedo—¿Acaso no vas a atender a tu invitada?

Lo escucho gruñir. Su pantalla se enciende de nuevo y me muestra una X en respuesta. Río.

Muevo mi cadera en círculos sobre él.

—Vox...—Lo llamo insistente.

Siento como crece un bulto en mi trasero, una poderosa erección que toca con mi entrepierna también.

—Eres imposible—Me gruñe.

Rápidamente se gira y me lanza al otro lado de la cama. Su delgado cuerpo se monta sobre el mío, su erección presiona con fuerza mi vientre.

Le dedico una sonrisa divertida desde aquí abajo—¿Lo soy?

Él suspira. Baja su pantalla para ver su amigo más despierto que él mismo. Lo señala—Tú vas a arreglar esto—Me dice. Su voz ronca me da escalosfrios—Ahora.

Un poder superiorWhere stories live. Discover now