Capítulo 25 | Humanoides

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«Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja».

—Sófocles

Babilonia continúa envuelta por la noche, pero se impone con autoridad sobre el extenso bosque que la rodea. Si un depredador pudiese divisar la ciudad a lo lejos probablemente dudaría en acercase; los edificios negros se expanden hacia el cielo como si fuesen enormes garras que emergen de la tierra, garras afiladas que esperan devorar a su próxima víctima, emanando el color rojizo de la sangre enemiga. Tal vez los inocentes que alguna vez pisaron esta tierra, y cuyas vidas han sido extintas bajo el yugo de la opresión, resurgen de la oscuridad en forma de monstruos que asechan a todos aquellos que quieran provocar algún daño.

Tal vez han resurgido en forma de disidentes.

El rostro de Martin es un claroscuro cuyas facciones se contornean con las sombras de la habitación y la luminiscencia que entra a través del ventanal. Sus brazos están apoyados sobre el reposabrazos de la silla, y mueve sus dedos con un tic nervioso que parece nunca detenerse. El único rastro de luz que proviene de la habitación es el del baño, que se escapa por la puerta medio abierta a través de la cual emerge aún el vapor del agua caliente y el aroma a jabón desinfectante.

El comportamiento de una persona que acaba de descubrir que fue engañada toda su vida siempre se apegará a un factor común: el de padecer de una especie de parálisis mental que impide al cerebro procesar con relativa rapidez lo que acaba de escuchar. De repente se siente como si toda la vida hubiese sido parte de un libro de ficción que un escritor con extrema creatividad plasmó sobre hojas en blanco en algún tiempo de antaño. Me pregunto si mis antepasados alguna vez creyeron posible que existiese un mundo como el de hoy, donde robots con extrema semejanza humana se preparan para enfrentar una inminente guerra contra aquellos que alguna vez los crearon.

Ha llegado el momento en el cual el mundo comenzará a sumergirse en las sombras. El humo de los bombardeos se elevará al cielo y cubrirá cualquier rastro de luz solar; el calor ardiente del fuego quemará estructuras y derrumbará estatuas; la furia de las multitudes enardecidas viajará a la velocidad de la luz hacia el trono de la maldad, aquella ciudad que una vez estuvo llena de humanos, pero que aun así carecía de vida. A este punto la verdad ha sido esparcida de boca en boca, a este punto las ofensas cometidas por la Gran Nación no son más un secreto. Mi transmisión de radio finalizó con aquella frase que ahora tiene tanto sentido para mí: veritas filia temporis.

Me siento en el borde de la cama y llevo mi mano hacia mi cuello tensionado, masajeándome suavemente. La transmisión de radio fue un éxito; el conocimiento, el arma más poderosa que existe sobre la faz de la tierra, ha sido comunicado. Sólo queda esperar que comiencen las revueltas y que miles de habitantes de ciudades base cercanas marchen hacia la capital. Nosotros partiremos en poco tiempo.

Lo que me preocupa, no obstante, es Martin. Su mirada está perdida, ni una sola palabra ha salido de su boca.

—Hermano...

Mi voz parece traerlo de vuelta al mundo. Parpadea con rapidez antes de voltear a verme, como si lo hubiese despertado de su estado meditabundo. Su expresión comienza a contraerse en dolor.

—¿Cómo es posible... —murmura, pero su voz se ahoga antes de que pueda terminar de hablar.

Me acerco a él y me agacho a su lado, tomando su mano intentando, al menos, otorgarle un poco de apoyo moral. Sé lo que siente ante todo lo que escuchó, pues yo misma pasé por la incómoda transición de ser ignorante a tener conocimiento real del mundo que me rodea.

—La paz que nos vendieron por décadas no es más que una paz falsa —continúa—. Pero... ¿por qué? ¿Cuál es el sentido de todo esto?

Suspiro, es la misma pregunta que yo me hice por mucho tiempo. Sin embargo, todo tiene un motivo. Recuerdo el libro sobre la Rebelión Disidente, el único que cuenta la verdad sobre aquel hito histórico, el único que no fue modificado previamente por MOC. Alberto Ciro, el hombre que escribió el libro, desapareció 'misteriosamente'.

DisidenteWhere stories live. Discover now