Epílogo

4.6K 991 225
                                    

No sé cuánto tiempo permanecí inconsciente en aquel monótono y pequeño armario. En este asqueroso lugar no llega la luz del sol ni la luminiscencia de la luna, la noción del tiempo se pierde completamente y a ratos uno siente como si estuviera volviéndose loco. Sé, por el hambre y la sed que invaden mi estómago y por el cansancio interminable que sienten mis párpados pesados, que ha pasado al menos un día. Lo único verdaderamente importante es que logramos destruir la central de desactivación y que pude avisarle a Forseti antes de perder mi comunicador.

Ahora sólo puedo escuchar el sonido de mis pasos acelerados haciendo eco en estos interminables pasillos. Mis dotes de espía me han dado la capacidad de escabullirme con facilidad y con especial silencio, incluso en lugares llenos de personas, como si fuera una pequeña rata.

Vaya, ¿y ahora me estoy comparando con una rata? El hambre está haciendo efecto en mí.

Continúo mi camino sin detenerme ni un solo momento. No sé dónde están los Reed, pero no puedo devolverme a comprobar si continúan aquí; sólo espero que ya hayan logrado salir. He encontrado un mapa con las salidas de emergencia, el cual memoricé a detalle en mi cabeza. Derecha, derecha, izquierda, escaleras, pasillo con doble vía, tomar la izquierda...

Pero cuando doblo en una esquina me detengo abruptamente ante el inesperado obstáculo que se ha cruzado frente a mí, alzando mi fusil con agilidad, colocando el dedo sobre el gatillo. Regulo la respiración acelerada que se ha generado como producto de la sorpresa y analizo con detalle lo que se encuentra a unos pasos de mí. Esta figura no se ha movido ni un centímetro y entonces me doy cuenta de quién se trata, ese cabello y ese abrigo podría reconocerlos en cualquier lugar.

—Casi me matas de un susto, Abigail —murmuro entre dientes, bajando el arma—. ¿Dónde está tu hermano?

Ella me está dando la espalda. No obtengo respuesta.

—Abigail —repito—. ¡Reed!

Silencio.

Camino por su costado y la agarro del brazo para hacerla caminar, pensando que tal vez ha quedado aturdida por la explosión, aunque eso carecería de sentido debido a todo el tiempo que ha pasado. No obstante, una fuerza me hala de vuelta a Abigail. Ella no se movió ni un centímetro con mi empuje, como si tuviese cemento en sus zapatos.

La impaciencia comienza poseerme y me acerco a ella nuevamente. Sus ojos están completamente cerrados y hay algo en su esencia que me saca de quicio. Algo definitivamente no está bien. Comienzo a retroceder con extrañeza y me fijo en cada parte de su ser; algo ha cambiado, sin lugar a dudas, pero no podría descifrar el qué.

Sin embargo, cuando estoy a punto de perder mis cabales ante su inoportuna calma y quietud, sus ojos se abren de un momento a otro, observándome fijamente con una mirada vacía.

Mi instinto de supervivencia se activa con prontitud y ordena a mis piernas comenzar a correr. Por un momento las indicaciones de la salida se revuelven en mi mente y, presa del pánico, estoy a punto de tomar la dirección errónea.

Siento mis manos temblando con nerviosismo, ¿realmente era Abigail? Sí, de eso estoy seguro, a no ser que en cuestión de un día me haya vuelto loco. Pero sé que no enloquecí; puedo jurar por mi vida que lo que mis ojos acaban de presenciar es la intensidad de un color azul artificial y antinatural, y no volveré para comprobarlo.


FIN DEL PRIMER LIBRO 


Noviembre 1:

La segunda rebelión.

¡No pares de leer! El segundo libro lo encuentras después de este epílogo, entonces sigue bajando o pasa de capítulo 🖤

¿Te gusta la historia? Agradecería si me dejas una reseña o calificación en Goodreads :) El link está en mi perfil y sólo debes seleccionar el libro "Disidente" <3

¡Gracias por leer! 

DisidenteWhere stories live. Discover now