XVI

379 47 4
                                    


— ¡Junnie~~! Baja~, no puedes quedarte allí por siempre! — gritó Chaewon, ahuecando sus manos alrededor de su boca para que la gatita negra la escuchara.

HyeJu se había subido a un árbol y no quería bajar, por más que la llamarán o la sobornaran con comida, y sólo se dedicaba a maullarles cada tanto desde la altura.

— No puede quedarse ahí mucho tiempo, ¿Verdad? — Chaewon miró con preocupación a HyunJin.

La tigresa pasó un brazo sobre sus hombros, casi como un consuelo.

— Nop, algún día tendrá que bajar— dijo—. Aunque creo que no lo hará hasta que HeeJin esté mejor.

Chaewon suspiró.

No entendía nada, sólo que HyeJu estaba asustada y había salido corriendo para escapar, trepando al árbol más cercano; y que HeeJin y Jinsoul habían discutido un largo rato, gritándose bastante.

No le gustaban los gritos, sus orejitas eran muy sensibles.

Su dueña no les había explicado nada de lo ocurrido, y ellas no podían evitar asustarse por lo que a sus ojos era una pelea.

Dió una última mirada a la gatita negra, acomodada en una rama bastante gruesa, mirando hacia el cielo.

— Creo que es inútil— dijo la coneja—. Tengo frío, ¿Entramos?

HyunJin asintió, sin deshacer su medio abrazo, regresaron a la casa.

En la altura, HyeJu seguía sintiéndose abrumada, no sabía por qué HeeJin se había comportado así con ella, pero se sentía mal.

No sabía qué habría ocurrido si Jinsoul no las separaba.

Por más que había tenido aquel extraño encuentro, HyeJu seguía extrañando a HeeJin, no quería pensar que su humana era aquella bruta.

Quería volver a sus cálidos brazos y dormir cómodamente, sin tener que hacer equilibrio y quedarse muy quieta en aquella estúpida rama para no caerse quien sabe cuántos metros.

Miró los brillantes y lindos puntitos brillantes del cielo, al final, eran su único entretenimiento, por lo que al menos sería toda aquella noche.

Ahora no sabía cómo bajarse.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz