☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎

LXX

— Miau.

— Miau~

Los ojos de ambos se encontraron un segundo, las orejas del menor se alzaron, HyeJu quitó su gorro para mostrar las suyas también, ronroneaba con emoción, pero tenía miedo de acercarse.

No sabía cómo estaba su hermano después de tantos años, no sabía cómo reaccionaria, así que ahogó su emoción mientras el otro se acercaba con cuidado.

Seguía siendo pequeño y HyeJu tuvo que apretar sus manos para resistirse a abrazarlo.

— ¡HyeJu! — Sunwoo habló por primera vez a oídos de Jinsoul, se sorprendió de que tuviera una voz tan alegre y que podía definir como aguda, la cala de malo que tenía siempre le daba la idea de otra voz.

Sunwoo saltó para abrazar a HyeJu del cuello, provocando la risa de ambos, los hermanos se unieron en un cálido abrazo, con sonrisas amplias y ronroneos fuertes.

— Oh, Jinsoul, no llores.

La humana le importó muy poco las palabras de su amiga, y la abrazó para llorar en su hombro, HeeJin se dejó, intentando no sonreír tanto para ver a su linda novia y a Sunwoo en su reencuentro, pero apenas lo lograba unos segundos antes de que sus ojos terminaran cerrados de nuevo.

En un parpadeo, dos gatitos negros, peludos y algo despeinados, corrían por la habitación, saltando sobre la cama, la pequeña mesa y entre la poca ropa de Sunwoo que estaba apilada en un rincón, maullandose entre ellos y atrapándose entre sus peludas patitas negras, jugando por primera vez en años.

Era tan adorable la imagen que HeeJin terminó llorando igual que Jinsoul, presionando su pecho por el dulce sentimiento como de azúcar corriendo por sus venas y dándole un apretón a su corazón.

— Son tan lindos— murmuró la rubia.

Jinsoul tardó unos segundos, sorbiendo sus mocos y limpiando sus lágrimas, para mirar a los gatitos, no sabía cuál era cuál, eran muy idénticos, pero ambos estaban en el suelo y peleaban con sus patitas uno contra el otro, con ruiditos adorables como agudos y pequeños rugidos gritando entre ellos.

— Ay... Ya me puedo morir feliz— Jinsoul sonaba tan emocionada que parecía que volvería a llorar.

HeeJin se acercó a ambos y se sentó a una pequeña distancia de los dos, ganándose la mirada de los dos felinos, se sintió mal por no reconocer a su gatita.

— HyeJu, ¿Vienes? — dijo, palmeando su regazo.

De inmediato, uno de los gatitos se separó para ir hacia ella, HeeJin la acarició con una sonrisa y ambas miraron al otro felino, HyeJu maulló y Sunwoo miró con inseguridad a HeeJin.

La rubia alargó una mano hacia él, y el gatito negro se acercó con cuidado, oliendo primero antes de dejar que la mano acariciara su cabeza y orejas.

HeeJin notó la primera diferencia entre los hermanos, Sunwoo tenía ojos verdes, diferentes a los grices de HyeJu, y sonrió por su descubrimiento.

— HyeJu... ¿Quieres que nos quedemos con él? — preguntó la humana.

La gata negra a su lado alzó su rostro hacia ella, maullo una vez antes de cambiar a su forma humana, HyeJu se veía tan feliz, con ojos brillantes, sus mejillas rojas y una sonrisa que no podía ser borrada en mucho tiempo.

— Sunwoo— miró a su hermano, aún en forma de gato—. ¿Quieres vivir con nosotras?

— Miau.

HyeJu rió, y HeeJin lo miró con una sonrisa, aunque no entendía.

— Dice que sí— respondió su novia, mirándola con emoción, se volteó a Sunwoo y lo miró un poco más seria—. Pero para siempre, Sunwoonie, no irás a otro lado, ¿Sabes?

El gatito la miró por unos segundos antes de cambiar, más lentamente que su hermana, a la forma del joven pelinegro, su cabello largo, su rostro un poco más redondo, los mismos ojos y casi la misma nariz nubiada, sonrió, una sonrisa con menos encías que la de HyeJu pero igual de hermosa.

Sunwoo asintió con gusto.

Tanto HeeJin como HyeJu abrieron sus brazos hacia él, y el híbrido dudó un momento antes de ir al contacto, simplemente era muy arisco, pero terminó por rendirse y se dejó abrazar por ambas, nada más que su cola se erizó y escuchó a las humanas reír por aquello.