XXI

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HeeJin se había vuelto distante con HyeJu, y desde hacía días que la minina no recibía esos besos que tanto le gustaban.

La híbrida recordaba con tristeza el último beso frente a la casa de Jinsoul.

HyeJu no lo sabía, pero su humana había comenzado a tener miedo de sí misma y de lo que podría hacerle a su linda y adorable mascota.

Para HeeJin la idea de intentar violar a HyeJu era horrible. Se sentía tan sucia como una violadora por más que no había llegado a ello. Y por eso había decidido alejarse, como una forma de asegurarse que nada pasaría.

Tal como HyeJu no se había dado cuenta de lo que le ocurría a su humana, HeeJin tampoco se daba cuenta que su gatita se deprimía con cada día que pasaba.

No es que la ignoraba completamente, seguía recibiendo esas sonrisas de su humana, seguía cuidandola, pero ya no la abrazaba por las noches al domir, y cuando se acurrucaba contra ella debajo de las sábanas HeeJin se alejaba, con suerte recibía algunas caricias en su cabello o en sus orejitas.

Pero se sentía sola.

Después de todo no era su HeeJin, sólo era alguien parecida, pero no la misma.

Eso hacía a su corazón doler, y no le gustaba.

Miraba hacia afuera desde la ventana del departamento, pequeñas gotitas caían golpeando el vidrio, y la distraían bastante de la vista a la ciudad y el atardecer.

— Junnie— escuchó la voz de su humana, se volteó hacia ella, HeeJin tenía una de sus cálidas y suaves manos sobre su hombro, e internamente, HyeJu pidió que le hiciera mimos—. Va a venir una compañera de universidad a hacer un trabajo, tengo que pedirte que mientras ella esté te quedes en forma de gato, ¿Sí?

HyeJu ladeó un poco su cabeza, sin entender.

HeeJin suspiró un poco, queriendo abrazar a su gatita por lo adorable que era, se contuvo.

— No quiero que se sepa que tengo una híbrida— dijo.

Y HeeJin se refería a lo peligroso que podía ser que se supiera de su híbrida, porque el tráfico de estas hermosas y adorables personas era totalmente real y peligroso.

Quería mantener a HyeJu en secreto para que nada malo le ocurriese, para que no se la quitaran nunca.

Pero HyeJu no sabía eso, y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

— ¿Te... Doy vergüenza? — preguntó.

HeeJin frunció el ceño.

— ¿Qué dices, Hye? ¿Por qué me darías vergüenza?

Escuchó un pequeño sollozo de la gatita y quiso abrazarla con fuerza, pero tampoco lo hizo.

— HeeJinnie... Te aburriste de mi— la escuchó murmurar—. No eres como antes— continuó, la humana tenía que acercarse a ella para escuchar sus palabras—, y-ya no me quieres— sollozó.

A HeeJin le partía el corazón ver a su gatita tan mal, se arrodilló a su lado y por primera vez en días la abrazó cálidamente, acomodando el rostro de la minina en su pecho, acariciando sus orejitas, dejándola llorar.

— HyeJu, yo te quiero mucho— dijo, la gatita lloró más fuerte.

HeeJin sintió que las palabras le habían quedado cortas, que no eran precisas, se mordió el labio con frustración, quería golpearse a sí misma.

— Junnie, yo te a-

El golpe en la puerta la hizo detenerse, mirando hacia la entrada, cambió su vista hacia el reloj, que marcaba las cuatro de la tarde, debía ser su compañera, era la hora que habían pactado.

Sin que se lo dijera, sintió el cuerpo de HyeJu encogerse en sus brazos, hasta que terminó en una gatita negra y bastante peluda sobre su regazo, que se alejó de ella en postura triste.

Quiso abofetearse.

Se levantó con ganas, yendo hacia la puerta con todas las intenciones de fingir una sonrisa por su compañera, la chica no merecía su mal humor.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Where stories live. Discover now