☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎

XXXIV

Al despertar HyeJu inhaló el aroma de su humana, pero sólo tuvo que abrir los ojos para ver qué era sólo una cálida almohada.

Recordó lo ocurrido la noche anterior y frunció el ceño, se separó de la almohada de golpe, se quedó en la cama pensando al respecto, ahora con menos emociones y menos lágrimas podría razonar todo mejor.

Ella, para HeeJin, no era más que su mascota.

"Qué melancólico primer pensamiento".

La razón original por su adopción era esa, y siempre había sido así, incluso con sus familias anteriores. Ellos sólo habían querido tener " Una gata mascota".

Y HeeJin no era muy diferente a ellos, sólo que ella había sido la única que la adoptó sabiendo que era una híbrida. Pero no cambiaba mucho las cosas.

Seguía siendo "Una híbrida gata mascota".

La palabra "mascota" había dejado de dolerle, estaba acostumbrada, pero lo que sí le dolía era que HeeJin pensara igual que todas sus familias pasadas.

¿O no?

Ninguna de sus familias anteriores le había dicho "Te amo" como lo hacía HeeJin.

Nadie le había dado los besos que tanto disfrutaba de su humana.

En ningún otro hogar le habían dicho tantas cosas lindas como su humana lo hacía.

En la punta de sus bigotes sentía la pequeña vibración, casi como un cosquilleo, que le decía que HeeJin la amaba más que cualquiera de sus familias.

Qué no era sólo una mascota.

Y sus bigotes no mentían.

Sentía que HeeJin la quería, tal como sentía que su humana estaba sufriendo en ese momento.

Sus bigotes siempre fueron muy sensibles a todas las emociones y las personas, tal como sintió que Sooyoung era buena también sentía el amor de HeeJin.

El tema de cómo había sentido el amor de la humana había sido algo raro.

El amor de HeeJin aumentó conforme el tiempo, pero se había intensificado muchísimo en las últimas semanas, coincidiendo con esos lindos besos y todo lo demás.

Ella amó a HeeJin desde el momento en que le había dicho que la había adoptado, claro que su amor había aumentado en el último tiempo, así lo sentía en su interior, pero sus bigotes no sentían sus propios sentimientos para confirmarlo.

En cambio, HeeJin había comenzado a amarla hacía unas semanas, cada vez más con cada muestra de amor, y su amor era tan grande, tan cálido y bonito, que hacía a su corazón florecer.

Por más que sus tiempos habían sido diferentes, contaba con que se amaran en el ahora.

Sonrió un poquito por la linda idea de que HeeJin la amaba tanto como ella.

Volvió de sus pensamientos para ver la puerta del dormitorio, sabiendo que del otro lado estaba su humana.

E incluso antes de salir del cuarto ya la había perdonado.