CXVII

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HyeJu comenzó, con una autorización firmada por sí misma, junto con HeeJin y YeonJun el veterinario, un tratamiento de hormonas, que harían que sus genitales internos femeninos (los mismos que en un principio habían sido creados a modo de experimento) continuarán su desarrollo, y así cumplir su deseo de tener gatitos con HeeJin, su humanita.

— Algunos efectos secundarios que deberían saber podría ser... Que tu voz se haga más aguda, que tengas grandes cambios de humor, y que posiblemente te crezca más el pecho por el desarrollo de las glándulas mamarias...— YeonJun asintió.

— ¿Tendré más? — HyeJu llevó ambas manos hacia su pecho.

— Es una posibilidad.

— Te verías muy linda con más — dijo HeeJin, asintiendo con una sonrisa encantadora, la felina sólo frunció el ceño.

Mientras que a HyeJu lo que más le preocupaba era que le crecieran más los pechos y se viera ridícula, HeeJin comenzó a preocuparse por sus cambios de humor, especialmente luego de que un día le dijo que era muy guapa y HyeJu se había puesto a llorar y salió corriendo a su cuarto sin causa alguna.

— YeJi, ya tengo miedo— le dijo a su compañera de casa y ayudante en su refugio, quien estaba sirviendo la comida a los tres huérfanos que esperaban una familia y que cuidaban.

— Es una mierda, ¿No? Salir con mujeres, soportando los cambios hormonales y que luego los tengan el doble.

HeeJin asintió, dando el primer sorbo de la lata de cerveza.

— Por cierto, en la mañana llamó alguien interesado en adoptar algún híbrido— contó YeJi—. Les hablé de Jisu, porque Tae y Beomgyu son muy unidos como para separarlos, la semana que viene vendrán a conocerla.

HeeJin asintió.

— Qué lindo, no podrán estar aquí para siempre, y también merecen una familia.

Cuando le comentaron a Jisu que alguien quería adoptarla se lo tomó muy mal, cambió a su forma de hurón y se quedó en el cuello de YeJi sin ganas de irse.

— Mientras no me ahorque hasta morir... Se quedara allí— dijo la humana, con un suspiro, harta de pelear con un animal tan escurridizo y de recibir tantos rasguños.

Su nueva familia era una chica dulce y muy educada, llamada Chaeryoung, que ninguna de las dos humanas a cargo sabían cómo controlaría a una híbrida tan revoltosa como Jisu.

Al parecer, le cayó bien su nueva familia, que al final de todo la hurón se marchó muy cómoda en el bolsillo de la campera de Chaeryoung, mientras la humana cargaba la bolsa con sus pocas pertenencias.

La única que había llorado había sido HyeJu, quien estaba sensible por obvias y hormonales razones, al consolarla, HeeJin suspiró pesadamente.

— Creo que te ves un poco estresada— dijo YeJi, con gracia.

— No, para nada... — murmuró, mientras por dentro rezaba que todo pasara rápido.

Tomó un par de meses, para que alguien pudiera adoptar a los dos híbridos que quedaban, hasta que finalmente tres chicos estaban dispuestos a llevarlos a su casa.

— ¿Por qué tres chicos jóvenes con toda una vida por delante querrían adoptar a dos híbridos? — preguntó HeeJin, retóricamente, cuando le contó a Jinsoul, un par de días después.

Después de mucho tiempo, se habían reunido de nuevo en casa de la mayor, con sus lindas híbridas jugando en la sala, mientras comían comida chatarra.

— ¿Cómo se llaman? — preguntó Jinsoul.

— Creo que uno era Heeseung... Y los otros dos eran Ni-ki y Jake.

— ¿Más Taehyun y Beomgyu? — HeeJin asintió, aunque no supo a que iba esa charla—. Seguro fue para establecer un grupo de K-pop con al menos una canción de temática furry.

— ¿Qué? — preguntó HeeJin, sin entender nada de sus palabras pero sintiendo algo de repulsión.

— Soullie-Unnie— Chaewon se acercó hacia ella y la abrazó, la peliazul correspondió— ¿Beomgyu ya se fue a su casa?

— Si, Chaewonnie, encontró a una linda familia que lo quiere mucho — dijo Jinsoul, tocó la punta de su nariz con su dedo.

— Que bien... Porque sólo podía haber un conejo aquí.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Where stories live. Discover now