LXXII

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— ¡HeeJinnie! ¡HeeJin!

El mundo estaba vacío salvó por aquel lugar en llamas, una caótica melodía acompañaba el sonido del fuego, y estaba sola, parada frente a ella.

— HyeJu...

El fuego se reflejaba en sus ojos y en sus lágrimas.

"Está adentro" fue todo lo que su cerebro pudo pensar, antes de que comenzará a correr de regreso al interior, rodeada del calor, del humo y del escaso aire.

— ¡HyeJu! ¡Ven conmigo!

Escuchaba sus maullidos lastimeros, escuchaba su llanto, escuchaba a la híbrida gritar su nombre.

Pasar pasillo tras pasillo, cada vez más oscuro, cada vez más caliente, hasta llegar a un punto en que su vista estaba casi completamente negra.

— HyeJu... — murmuró en un débil susurro, viendo a la chica pelinegra, parada en medio de las llamas totalmente intacta, sus ojos se encuentran un segundo, antes de que el lugar se caiga a pedazos sobre ellas.

🐾

HeeJin se despierta de golpe, con lágrimas en los ojos y el llanto en su pecho.

Otra vez la misma pesadilla, otra vez lo mismo.

Cubre su rostro con sus manos y llora de nuevo, la cama se siente vacía, su corazón también.

El incendio fue hace dos días, y no hay noticias de HyeJu, Jinsoul seguía en el hospital y en esos momentos se encontraba en la casa de su amiga, supuestamente a cargo de Chaewon y HyunJin, pero le tomó dos horas aceptar que no estaba apta para cuidar a nadie y había llamado a Sooyoung, quien había venido con Jiwoo, para cuidar de ellas y todas estaban en una melancólica pijamada donde fingían ser fuertes para cuidarse un poco entre todas.

Y como tampoco podía dejar sólo a Sunwoo, el híbrido también estaba allí, aunque lo había visto sólo dos veces en esos días.

Su amiga no se había opuesto a que un montón de gente se quedara en su casa, principalmente porque sabía que se caería a pedazos si dejaba todo así.

Su llanto se escuchó por el pasillo, bajo órdenes de la morena, todas las puertas estaban abiertas, así podía escuchar cuando necesitaban algo, y fue cuestión de segundos para que una figura se asomara, aunque en su caso era Jiwoo.

La híbrida se acercó a ella con tranquilidad, la abrazó delicadamente y la dejó llorar hasta que HeeJin se cansó de dar tanta pena y se apartó, borrando las lágrimas con brusquedad.

— ¿De nuevo? — preguntó la híbrida, y HeeJin asintió.

— E-Es estúpido... — murmuró—. Yo sé la última vez que la ví, Jiwoo...

La petauro asintió, dejando que hablara, según le había dicho su novia, estaba bien que la humana recordara la verdadera última vez luego de esas pesadillas.

— La arrastré afuera junto con Sunwoo... Y le dije que se quedara allí— murmuró, viviendo las imágenes de la última vez que había visto a su linda gatita—. Y-Y después no la encontré, pero se me acercó Sunwoo... Cómo estaba en forma de gato creí que era ella... Ya me dolía el pecho para entrar, pero se que ella no estaba ahí adentro— HeeJin negó.

— No estaba, HeeJin— dijo Jiwoo en tono suave—. HyeJu está viva, no le pasó nada en el incendio.

HeeJin asintió.

— Yo... Iré a darme una ducha... Otra vez.

Jiwoo asintió sin más, se marchó para dejarla con su privacidad, arrimando un poco la puerta al salir.

Regreso a la sala, donde compartía un colchón grande en suelo junto con su novia, y desde las escaleras escuchó sus lloriqueos caninos.

—Te dejo cinco minutos y ya estás llorando...

Sooyoung sorbió su nariz.

— No estoy llorando— murmuró.

Jiwoo soltó un suspiro y se acercó a ella, la morena estaba sentada en el sillón y se veía que había pensado de más, como era costumbre y había terminado llorando, por más que lo negara, las lágrimas seguían allí.

Se sentó a su lado y la abrazó, acariciando su nuca mientras unos pocos lloriqueos aún surgían.

— Me pone triste que todas estén tan mal... —murmuró.

— Lo sé, Soo.

— Y me pone peor que no pueda hacer nada— añadió.

— Lo sé, Soo.

— Y todos están tan tristes... — y lloriqueo de nuevo, escondiéndose en el cuello de la híbrida, quien la abrazó sin dudarlo.

Su novia estaba más sensible que de costumbre, y lloriqueaba casi todo el tiempo que estaba a solas, sólo porque tenía que ser fuerte frente a las demás, aunque después se rompía y para eso estaba Jiwoo, quien se encargaba de consolarla y hacerla sentir mejor con mimos y abrazos.

Su novia era una sensible cachorra.

🐾

HyunJin y Chaewon dormían en el cuarto de Jinsoul , y se estresaban porque cada día el lugar olía menos a su humana.

Chaewon estaba con las orejas caídas todo el día, HyunJin pocas ganas tenía de hacer algo y ya ni siquiera romper las cosas le parecía entretenido.

Además, habían conocido a Sunwoo, pero no era ni remotamente parecido a HyeJu, en nada.

El gatito negro no hablaba, no jugaba con ellas, y no compartían absolutamente nada en común, y no les parecía material para un buen nuevo amigo.

No les habían dicho nada de que había pasado, tampoco de la desaparición de HyeJu, y tampoco del por qué HeeJin está tan mal.

Solo podían pensar que estaban enfermas, pero que HyeJu estaba enferma en algún otro lado para que no las contagiara.

Pero sí les preocupaba Jinsoul, principalmente porque sentían que estaba mal, lo sentían en sus pechos en una abrumadora presión que les arrebataba las ganas de jugar.

Con sus corazones adoloridos, se abrazaron mientras se acurrucaban en la cama, demasiado grande para dos y vacía al faltar su linda humana.

HyunJin dejó un corto beso en la frente de la coneja, acarició sus orejas con suavidad, como la tercera solía hacer para dormir, y esperó que después de tantas horas en vela y tanta tristeza, pudieran dormir un poco mejor que la primera noche sin ella.

🐾

En el techo de la casa, Sunwoo se sentía culpable de todo.

De no ser por la visita de su hermana a aquel lugar ellas seguirían felices.

Le importaba muy poco si aquel encuentro lo hizo feliz a él, la felicidad de los demás valía más que la de él.

Aceptaba que aquellas buenas personas tenían su armonía, su vida perfecta, su felicidad, y con su llegada todo se había ido a la mierda, como era de costumbre.

Miró al cielo y pensó en huir, de nuevo, pero le había prometido a su hermana que se quedaría allí.

Era lo mínimo que podía cumplir.

HyeJu siempre había querido lo mejor para él, siempre habia sido una buena hermana, siempre lo había cuidado, y le haría caso, porque era lo mínimo que podía hacer.

Si esa no era la casa más triste del mundo, sólo había un lugar que podría ganarle: donde sea que Jeon HyeJu se encontrase.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Where stories live. Discover now