☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎

LXXIX

HeeJin se despidió de Jinsoul y se fue de la habitación, prometiendo volver al día siguiente.

Con sus manos en los bolsillos, caminó hacia la salida por el ala de emergencias, había menos gente y estaba más cerca.

Se detuvo en la sala de espera cuando una cabellera azul muy familiar captó su vista.

La chica estaba en una de las sillas del lugar, con el rostro entre sus manos mientras lloraba de forma desconsolada.

— ¿RyuJin? — murmuró HeeJin, se acercó a ella y colocó una mano sobre su hombro con suavidad, preocupada por aquel estado.

Ante el contacto, la joven alzó su rostro y sus ojos llenos de lágrimas la miraron un segundo hasta reconocerla, antes de estirar sus brazos hacia ella y abrazarla por el cuello con fuerza, haciendo que se desestabilizara un poco.

— H-Hee-Jin... — sollozó la peliazul— ¿P-puedes quedarte c-conmigo un rato?

— Oh, Ryu, claro — HeeJin devolvió el abrazo, frotando su espalda un poco, la chica se quedó disfrutando de eso un momento antes de sorber su nariz y separarse, HeeJin se sentó a su lado y dejó que la otra tomara su mano —. ¿Qué pasó? Sólo si quieres decirme, sabes...

RyuJin negó, restándole importancia.

— U-Una amiga... Fue baleada sin querer e-en un tiroteo.

— Oh, mierda, cómo lo siento— HeeJin sintió un escalofrío, no pensaba que fuera algo tan extremo—. ¿Se encuentra bien?

RyuJin lo pensó un momento antes de negar.

— No... Ni un poco... Es absurdo tener esperanza en este momento— se encogió de hombros de forma temblorosa—. Pero igual no quiero perderla...

— Yo estaría igual, Ryu.

— ¿Y tú? — sus ojos brillantes de lágrimas la miraron— ¿Qué hacías?

— Vine a visitar a Jinsoul, una amiga, creo que la conoces — RyuJin asintió—. Tuvo una intoxicación durante un... Muy feo incendio.

— Oh, espera... ¿El del refugio de híbridos?

HeeJin asintió.

— Ese— dijo—. ¿Cómo lo sabes?

— Sé que ella es parte de la Organización, conozco a alguien que también trabaja allí, también estuvo en el incendio, me contó algo.

— ¿Quien?

— Park Sunghoon— murmuró con lentitud—. En verdad tiene un nombre un poco complicado, por eso le dicen Hoon.

HeeJin asintió.

— Sí, si, lo conozco... Él me ayudó, yo también estuve allí.

RyuJin alzó sus cejas con sorpresa.

— ¿En serio? Ay, HeeJin, pero... ¿Estás bien? — RyuJin tomó su rostro, lo movió en varios ángulos buscando heridas, al no encontrar siguió mirando su cuerpo— ¿No te paso nada? ¿Te quemaste o algo?

HeeJin rió por su preocupación.

— No, no, yo estoy bien... Físicamente, digamos.

— ¿Cómo que físicamente? — la peliazul aún tenía las manos sobre las mejillas de la rubia.

— Creo que estoy con un cuadro depresivo... Considerable. En el incendio... HyeJu desapareció.

— ¿Tu gata?

— Mi novia— corrigió, HeeJin tomó las muñecas de la peliazul y bajo sus manos, la chica se mostró confundida.

— Oh, bueno... Lo siento por eso, HeeJin.

— Ya la estamos buscando, no te preocupes.

— ¿Crees que la encontrarás?

HeeJin asintió.

— Le prometí que la cuidaría, que nada malo le pasaría... Lo mínimo que puedo hacer es encontrarla, y cumplir con mi palabra.

RyuJin frunció sus labios.

— No lo sé, HeeJin... Cuando era pequeña también se perdió mi perro y nunca más regresó, por más que buscamos.

— Es diferente— dijo HeeJin, negando—. La conozco, ella es fuerte, ella también esta buscando la forma de volver conmigo... Y en algún punto nos encontraremos, lo sé, no voy a dejar de buscarla, y haré todo para que esté en mis brazos de nuevo.

RyuJin se notó decepcionada.

— Sabes HeeJin, no quiero ser cruel contigo ni nada, pero... Quizás esté muerta. Esos bichos no duran mucho sólos, ¿Por qué crees que hay tantos en los refugios? Necesitan a alguien que se haga cargo de ellos todo el tiempo... No pueden valerse por sí mismos.

HeeJin sintió su corazón doler, demasiado, las lágrimas subieron a sus ojos de nuevo y un largo vacío se instaló en su pecho.

— Sabes, RyuJin... Quizás tú amiga también este muerta— dijo, sin importarle sonar cruel, se levantó del asiento y la miró con el ceño fruncido, mientras las lágrimas comenzaban a caer—. Y hay tantos híbridos en los refugios por culpa de idiotas como tú que no quieren dar amor a unas personas tan gloriosas.

RyuJin estaba impactada de que HeeJin le haya hablado así, su boca se abrió y se cerró un par de veces, pero no tenía palabras.

— Adios— dijo HeeJin, más como para molestarla que por educación, y se dió la vuelta para salir del hospital con paso apresurado.