☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎

LII

HyeJu apretaba con fuerza la mano de HeeJin, su mirada estaba clavada en sus pies, sus orejas se escondían debajo de su gorro y su cola se agitaba dentro de sus pantalones.

Se encontraban en el consultorio del veterinario.

Y estaba muy nerviosa.

Continuó así incluso cuando se sentaron en las sillas de espera del frente del lugar.

Notando la actitud de su novia, HeeJin suspiró con cansancio antes de tomar a HyeJu de la cintura, obligándola a pararse para sentarse sobre su regazo, una mano quedó rodeando su cintura por la espalda, la otra sobre su gorro, dando caricias con su dedo pulgar que llegaba a sentir sobre su oreja izquierda.

Fueron cuestión de segundos para que HyeJu comenzara a ronronear bajo.

— ¿Jeon HyeJu?

El llamado hizo a HyeJu tensarse y dejar de ronronear, escondió el rostro en el cuello de HeeJin, queriendo desaparecer.

La rubia cargó a la híbrida, con una sonrisa por lo exagerada que estaba siendo su minina, entró a la sala del veterinario, apoyando a HyeJu en la camilla de metal de esta, aunque la pelinegra no la soltó.

— ¿Tiene miedo? — preguntó el veterinario, su voz era grave pero amable, HyeJu aventuró a espiar sobre el hombro de HeeJin, mirando al hombre de sonrisa modesta con bata blanca, que se acercó un poco hacia ellas, pero manteniendo su distancia—. Hola HyeJu, soy YeonJun, ¿Cómo estás?

La híbrida tardó unos segundos en despegarse un poco de HeeJin, notando que ese tipo era bueno y muy amable.

— Bi-Bien — murmuró, ganándose una sonrisa amplia de ambos.

— Me alegro mucho— replicó el hombre—. No te preocupes porque nada de esta revisión te va a doler, ¿Si? No te haré nada.

HyeJu respondió con un pequeño asentimiento.

— Bien, HyeJu, ¿Sabes lo que es una ecografía?

HyeJu hizo una mueca, pero al tardar varios segundos en responder, YeonJun habló antes, mientras acercaba una mesa con ruedas con una máquina que la híbrida desconocía, esta tenía un monitor acomodado arriba.

— Las ecografías se usan en las embarazadas para ver sus niños, funciona de la misma manera con los animales y los híbridos— dijo—. A veces se usan para ver si algo está mal, y en tu caso, la usaremos para ver si puedes tener hijos, buscamos el órgano que te lo permite, ¿Entiendes?

HyeJu asintió, no se había dado cuenta, pero se había ido despegando de HeeJin, y estaba sentada por su propia cuenta sobre la camilla que le parecía algo fría.

— ¿Lista? — preguntó el veterinario, mirándola con seguridad, la híbrida asintió.

Se medio recostó sobre la camilla, YeonJun le pidió a HeeJin que corriera un poco su ropa, así sus pantalones quedaron más bajos y su remera estaba levantada hasta sus costillas, dejando su panza a la vista.

El veterinario colocó un gel frío en su bajo abdomen, que le dió algo de escalofríos, y notó las cabezas de ambas humanas girar hacia el monitor, que él no podía ver bien, mientras lo que parecía un mango, que estaba aún más frío que el gel y unido a la máquina se posó en el mismo lugar y YeonJun comenzó a moverlo con lentitud sobre la zona.

—Bien... Esto no se ve muchas veces— murmuró el veterinario, haciendo que ambas fruncieran el ceño.

YeonJun paró la ecografía dejando el pequeño mango en su lugar, enganchado a la máquina, con una imagen en tonos azulados y negros que tenía poco sentido para ellas.

Movió un poco el mouse de la computadora, algo escondida en una mesa a parte, tomando unas medidas que aparecieron como un par de líneas naranjas.

— ¿Qué tiene? — preguntó HeeJin, su voz delató su tensión.

— Pues... HyeJu no es fértil— dijo—. Pero tampoco puedo decir que es infértil.

HeeJin frunció el ceño, la gatita no entendía.

— ¿Cómo?

YeonJun señaló la pantalla, a un círculo algo deforme de color más oscuro que aparecía allí.

— Esto que ven aquí, es un útero— dijo—. Pero no está desarrollado, es pequeño. Uno promedio mide poco menos de ocho centímetros de largo y cinco de ancho, este que tiene HyeJu es más pequeño, menos de cinco centímetros de largo y tres centímetros, redondeando, de ancho... Y las trompas de falopio se ven un poco, pero también son pequeñas y poco desarrolladas...

El hombre se giró hacia ambas, como si pidiera una respuesta de ellas.

— ¿Qué supone? — murmuró HeeJin.

YeonJun se encogió de hombros.

— No puedo adivinar nada, y esta es la primera vez que lo veo, pero por lo que me han contado colegas, a veces se encuentran con híbridos que pasaron por un proceso de fertilización clandestino pero que no pudieron completarlo totalmente— dijo—. Y quedan híbridos como HyeJu, que no son ni una cosa ni la otra. A veces sus cuerpos comienzan a formar sus propias hormonas femeninas y de alguna forma completan por sí mismos eso que comenzaron otros. Otros no pasan por ello y se mantienen infértiles toda su vida— YeonJun se encogió de hombros—. HyeJu, ¿Has pasado por algo que creas que hizo esto?

Los ojos de HyeJu pasaron del veterinario hacia su novia, ambos la miraban fijamente, se enfocó de nuevo en sus pies y mordió el labio con nervios, negó, pero no convenció ni un poco a ninguno de los dos presentes.

— Junnie le tiene miedo a las vacunas— comentó HeeJin de la nada—. Antes de venir tenía miedo porque "el veterinario es el tipo de las vacunas"... Escuché que hay procesos de fertilización con inyección de hormonas, ¿Podría ser eso? Y antes... Bueno, Hye no habla de su pasado, pero quizás... Tuvo un proceso de esos, con vacunas.

YeonJun alzó las cejas, con una ligera mueca, asintió.

— Tendría sentido de ser así— dijo, miró a HyeJu, quién seguía en la misma posición, tomó unas servilletas de papel y las dejó sobre el vientre de la híbrida, para que se limpie, aunque de eso se encargó HeeJin.

El hombre sonrió con amabilidad y acarició con su mano sobre su gorro.

— No es nada malo, HyeJu, en serio, no te pongas mal, ¿Bien?

HyeJu asintió, forzó un poco las comisuras de sus labios hacia arriba, ronroneo bajo por las caricias de HeeJin sobre su estómago.

— Y la consulta terminó, gatita, así que pueden irse.

Y HyeJu no había escuchado una mejor noticia en mucho tiempo.