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— ¡Tae! ¡Tae, no! ¡No! ¡Suéltala! ¡Que la sueltes!

YeJi se sentía estúpida persiguiendo un caniche blanco que llevaba un hurón en la boca, mientras un conejo blanco los miraba de lejos.

— ¡HyeJu! — llamó a la que técnicamente, era su segunda jefa— ¡HyeJu!, ¡¿Qué hago?! — gritó, algo desesperada al ver que Jisu había dejado de soltar quejidos y de intentar escapar de Taehyun.

En la otra punta de la casa, una gata se desperezo con lentitud, escuchó los gritos de la planta superior y cambio a su forma humana con pocas ganas hasta llegar arriba, recién se despertaba.

YeJi parecía totalmente preocupada, y en cuanto vió a la somnolienta híbrida la tomó por los brazos, y habló rápidamente:

— HyeJu, HyeJu, ayúdame, yo te ayude, ayúdame, ese perro atrapó al hurón y no la suelta y no me deja atraparlo y Jisu ya no hace ruido y no sé qué paso pero son unos moustruos, y el conejo no me ayuda— señaló a Beomgyu, quien seguía inmóvil en una de las cuatro camas de la habitación, movió sus bigotes.

HyeJu rodó los ojos, se despegó de ella sin decir nada y fue directo a los niños.

— Mocosos, ya asustaron a la nueva y me despertaron — los miró con cierto odio y bajó sus oscuras orejas de forma amenazadora, Tae bajó sus orejas con miedo y Jisu dejó de fingir estar muerta para escapar de la mandíbula del perro con facilidad y esconderse detrás de él.

— ¿Qué mierda? — YeJi se sentía engañada.

— Dejen de asustar a la nueva— dijo HyeJu, sonaba molesta—. No les hizo nada, tontos, se aprovechan cuando no está HeeJin, pero les recuerdo... Que yo soy más mala que ella así que no me hagan enfadar.

Jisu huyó para esconderse en la ropa de YeJi y Tae sólo se quedó inmóvil en el lugar, como si fuera un perro obediente.

HyeJu suspiró y se volteó hacia YeJi, el hurón se escondió detrás del cuello de la mayor.

— ¿Cómo hiciste eso? — preguntó la más alta, de forma simple había controlado a los dos más revoltosos.

— Una vez persegui a Jisu hasta que se cansó y me pidió piedad y a Tae... Lo rasguñé cuándo me despertó de mi siesta, me tienen miedo y más les vale.

— ¡Junnie!

— ¡Me había apenas despertado! He rasguñado a HeeJin por lo mismo, ¿Crees que con ellos sería diferente?

— Pero son bebés...

HyeJu rodó los ojos.

— No me hagas rasguñarte también— dijo la pelinegra—. Puedes amenazarlos con que voy a venir— se encogió de hombros—. Beomgyu nunca me hizo nada pero dile que no vas a dejar que escuche a BTS y ya— el conejo comenzó a saltar como loco al escuchar eso—. ¡No, no estás castigado, Beomgyu!

El conejo terminó cayendo de la cama por saltar y calcular mal dónde caer, HyeJu se rió por eso.

— Iré al cuarto a seguir durmiendo— dijo la felina, y se fué dejando a YeJi sola con los niños.

No habían pasado ni veinte minutos, que YeJi pobremente pudo controlar a los niños, que tocaron el timbre y amenazando a los chicos con que HyeJu iba a vigilarlos, bajó hasta llegar a la entrada de la casa, al abrir la puerta frunció el ceño, confundida.

— ¿Tu no estabas arriba durmiendo?

— Vengo a buscar a HyeJu— dijo aquel pelinegro con orejas felinas sobre su cabeza.

— Oh, tú no eres HyeJu.

— Sunwoo— dijo el híbrido—. Vengo a buscar a HyeJu— repitió, pocas veces hablaba tanto con un extraño y ya no le agradaba esa mirada demasiado directa sobre él.

— ¿HeeJin te dió permiso? — YeJi alzó una ceja.

— N-No.

YeJi hizo una mueca, apretando sus labios.

Las orejas de Sunwoo temblaron.

— ¡HyeJu~! ¡Tu amigo, Sunwoo está aquí~!

— Hermano— murmuró el gatito.

Para sorpresa de YeJi, HyeJu bajó a los pocos segundos, yendo sin dudar hacia su hermano y abrazándolo, dejando a la más alta mirar las similitudes de ambos, y la considerable diferencia de altura también.

HyeJu dejó caricias en las orejas de Sunwoo, y el gatito cerró los ojos al sentirse mimado.

— Dile a HeeJin que me fui con él— dijo HyeJu, mirando a YeJi.

— ¿Nada de permisos? ¿Ni nada? ¿Te vas y ya?

— Ese es el secreto para hacer lo que quieras— dijo HyeJu con una sonrisa amplia—. Es mí hermano, HeeJin me da permiso igual— se encogió de hombros.

— ¿Llevas abrigo?

— Es verano.

— ¿Pero llevas?

— No creí que hubiera alguien peor que HeeJin— dijo HyeJu, rió un poco al final—. Adiós YeJi, cuida a los niños y que no se derrumbe la casa— añadió con simpleza, mientras se marchaba, de la mano con el híbrido menor e ignoraba las preguntas de la más alta.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Kde žijí příběhy. Začni objevovat