XCIV

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Al abrir la puerta de su casa, Jinsoul dejó salir un suspiro cansado, llevó una mano a su cuello y lo masajeó haciendo una mueca.

— ¿Soullie-unnie?

La mencionada alzó su vista para mirar a Chaewon, quién apareció en la sala desde la cocina, la híbrida tenía un vaso en cada mano, de lo que estaba segura que era leche de banana, uno estaba a la mitad y un pequeño bigote del líquido estaba sobre su labio superior, cosa que no pasó desapercibida por la humana.

— Oh, si eres tú— dijo la híbrida, como si nada, sonrió mínimamente—. No sabía que te habías ido.

Algo en el pecho de Jinsoul se encogió con esas palabras.

Asintió un poco y señaló el bigote de la híbrida, acercándose un paso, aunque no fue necesario limpiarlo por ella (como había hecho en otras ocasiones) que Chaewon lo limpió rápidamente con la manga de su camisa, haciendo que Jinsoul se detuviera, aún lejos.

El gesto le dolió, y en serio le hizo pensar que sus híbridas ya no la querían ni para cosas tan pequeñas como aquellas.

— Chaewonnie... ¿Podrías hablar contigo? ¿Y con HyunJin?

La coneja asintió, volteandose para subir las escaleras hacia el cuarto de HyunJin, lugar donde ambas se habían refugiado desde que habían dejado de lado a la humana.

Al entrar al cuarto, recibió una mirada curiosa de parte de Hyun, quién tenía una pelota entre sus manos y estaba sentada sobre la cama, el cuarto estaba sorpresivamente ordenado y creyó que Chaewon y su perfeccionismo había logrado aquello.

La coneja le extendió el vaso que estaba lleno a HyunJin, quién lo tomó dejando la pelota, seguido, se acomodó a su lado y Jinsoul no pudo sentirse peor, un nudo se formó en su garganta, bajo la mirada de aquellas dos, tardó un momento en poder hablar.

— Yo... Quería saber si estaban molestas conmigo o algo— murmuró.

Las otras dos se miraron un segundo y negaron.

— Entonces, ¿Puedo preguntar por qué me han dejado de lado?

Conocía perfectamente a las híbridas para saber que estaban buscando una respuesta también, finalmente, fue Chaewon quién habló.

— Es que... Desde que nos dijiste que Junnie murió... Pues, nos hemos sentido mal, y raras a la vez, es difícil explicar— Miró a HyunJin, buscando ayuda—. Y hablando con Hyunnie... Ella se siente igual. Ella puede hacerme compañía y hacerme sentir mejor, tú no, porque... No es lo mismo contigo.

— Es como que aquí— llevó un dedo a su cien—. Dice que HyeJu está muerta, pero algo por aquí— tocó su pecho, haciendo círculos leves sobre su corazón—. Cree que no, y sólo estamos, y tú no, y nos sentimos cómodas entre nosotras porque sabemos que estamos igual.

— Y tú estás diferente— murmuró Chaewon, negó—. Y no puedes comprendernos.

Jinsoul frunció el ceño.

— ¿Es por eso? — preguntó— ¿Por eso me están dejando?

— No te estamos dejando— HyunJin negó, sus orejas se sacudieron también.

— Yo lo siento así, Hyun— dijo la humana, sonrió de forma penosa, sentía que estaba por romperse completamente, así que decidió terminar todo ahí mismo—. Saben, creo que lo mejor, es que queden sólo ustedes dos en esto— sintió las lágrimas en sus ojos, las miró a ambas, internamente, hizo que su corazón se despidiera de ellas—. Me separo, ya no seremos tres, están ustedes dos...— sólo asintió, intentando convencerse, bajó la cabeza cuando sintió comenzar a llorar y sólo salió del cuarto, cerró la puerta a su espalda al mismo que las primeras lágrimas comenzaban a caer.

Se dirigió al cuarto que una vez compartió con las dos, ahora solitario para ella y vacío, se arrojó a la cama y sólo comenzó a llorar sin consuelo.

Pasó largos minutos así, su llanto no se tranquilizó en ningún momento, temblando en la cama que en la que un momento compartían las tres y que ahora estaba sola, hasta que sintió una mano acariciar mínimamente su hombro.

Se limpio las lágrimas con frustración antes de girarse, y su decepción se notó en su rostro al encontrar a Sunwoo, sinceramente, a veces se olvidaba que el pequeño seguía en su casa.

— ¿P-Podrías dejarme? — pidió, con la voz rota, escondiendo el rostro en la almohada de nuevo, con ganas de volver a llorar.

— Pero... Estás mal— murmuró Sunwoo, sin alejarse, sus orejitas se movían nerviosas, sin saber que hacer.

— No tengo una razón para estar bien— murmuró Jinsoul.

Esta vez, Sunwoo bajó las orejas con tristeza.

Sin saber qué hacer para ayudarla, creyó que debía hacer lo mismo que él hacia cuando estaba mal y quería calmarse.

En silencio, cambió a su forma animal, y caminó con sigilo por la cama, hasta posarse cerca de ella, comenzó a ronronear fuerte, en un sonido agradable y tranquilo, se frotó contra su brazo, que cubría su rostro y se echó a su lado, sin dejar de ronronear.

Jinsoul lo miró extrañada, la vibración resultó ser relajante, y el híbrido parecía listo para dormir a su lado.

Acarició el gatito negro con la punta de sus dedos, Sunwoo se dejó sin problemas, y pasó así varios minutos, hasta que su llanto calmó, y apenas eran lágrimas lentas que corrían por sus mejillas.

Sentía su corazón roto, en millones de pedacitos.

Odiaba con su alma ese dolor, pero su tristeza no la dejaba sentir apropiadamente su enojo.

El sonido de su celular interrumpió sus penas, dudó en contestar, hasta que después de dos tonos tomó el aparato y apretó el emoticón verde.

— ¿Hola?

Jung Jinsoul, soy yo— escuchó la voz del detective que había contratado, cosa que le pareció raro ya que después de saberse la muerte de HyeJu lo había dado como caso perdido, le había pagado y no mantenía contacto—. Se llevaron a Jeon HeeJin.

— ¿El qué? — se enderezó en la cama, dejando las caricias, Sunwoo la miró con interrogación.

Dos hombres acaban de entrar al departamento, la puerta está rota, y ellas no están, no han tocado nada.

— ¿Sabes dónde están?

En el hotel D'Brave— respondió con seguridad—. Fueron los hombres de RyuJin.

Jinsoul se quedó en silencio unos segundos, maldiciendo por dentro.

— Haré que adelanten la entrada al hotel— dijo, levantándose de nuevo, definitivamente esa noche no dormiría—. Primero HyeJu y ahora HeeJin... Qué enferma.

No estaba sola. HeeJin, me refiero.

— ¿Cómo que no estaba sola?

HyeJu está con ella, HyeJu no murió, HeeJin lo dijo para protegerla, y ocultarla de todos... Pero no funcionó.

Los ojos de Jinsoul se abrieron ampliamente.

— HyeJu está viva — murmuró.

No lo estará por mucho, RyuJin está enojada... Y quiere vengarse.

— No dejaré que dañe a HyeJu, ni a HeeJin. La mataré si es necesario— dijo Jinsoul, en un tono tan serio que Sunwoo sintió algo de miedo de estar cerca—. Hablaré con el jefe de la Organización... Voy a acelerar las cosas.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Where stories live. Discover now