CXV

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— ¿Ya vienen? — preguntó Chaewon a Jiwoo, quién volvió a asentir, era la séptima vez que la menor le preguntaba aquello.

Jinsoul había recibido el alta del hospital esa mañana, Sooyoung había ido a buscarla y ella se quedaba con las dos híbridas y ex-novias de la humana.

Cuando el auto llegó a la entrada de la casa, las dos jóvenes estaban sentadas en el sillón de la sala y más que nerviosos, la coneja se abrazaba a la tigresa con las orejas cubriendo su rostro, como si así fuera a esconderse.

Al abrir la puerta de la casa y ver a las dos pequeñas temblando de nervios no pudo evitar sonreír con ternura.

— Hola, bebés— murmuró, se acercó a ellas, dejando un beso en la frente de cada una, se sentó sobre la mesa ratona que estaba frente al sillón para hablarles— ¿Cómo están?

Apartó una de las largas orejas de conejo del rostro de Chaewon, uno de sus lindos ojitos marrones la miró con cierto miedo, y Jinsoul en verdad se sintió mal por aquello, como si las hubiera lastimado (cosa que sabía que sí había hecho en realidad).

— Oh, Chaewonnie— fue hacia ella para abrazarla, la híbrida no dudó en corresponder, escondiendo su rostro en el pecho de su humana—. Lo siento, pequeña, ya estoy de regreso, ya volví... Lo siento por tardar tanto.

Chaewon negó, porque no sentía que merecía una disculpa.

Notó la mirada de HyunJin, quién, como siempre, prefería quedarse apartada y así no ponerse sentimental, escondiendo sus emociones.

— Ven, que tampoco me olvidé de ti— estiró una mano hacia la pelirroja, tardó un momento en tomarla y entrelazar sus dedos, en sus ojitos medio tristes podía notar todo lo que Hyun quería ahogar.

Abrió un espacio entre ambas para poder abrazar a las dos, a HyunJin le costó un poco romper esa pared emocional y finalmente llorar, para abrazarla con bastante fuerza de tigre, haciendo que Jinsoul hiciera una mueca de dolor.

Dejó a las dos híbridas descargarse un rato, no podía esperar otra cosa de sus pequeñas.

Ellas eran como niñas, sentían todo mucho más, eran más débiles a las emociones internas y a las situaciones externas, a veces demasiado, no era lo mismo la tristeza de un adulto a la de un niño, tal como tampoco lo era la de un híbrido y un humano.

Las dejó descargarse lo que necesitaban, para después sonreírles.

— Bien, mucho llanto y todo, pero ya pasó— dijo frotando sus espaldas con cariño—. Y las dos apestan, ¿Hace cuanto no se bañan?

Sus dos espectadores de toda esa escena, Sooyoung y Jiwoo, rieron.

— Fácil, desde hace tres días— dijo la híbrida mayor.

— Malditas cochinas... Tengo una tigre y una coneja, las dos puercas, al baño, ya.

— Pero recién llegas— dijo HyunJin.

— Quiero abrazarte un poco más— murmuró Chaewon.

Ambas le dedicaron sus mejores y más adorables pucheros.

— Bien, yo voy a bañarlas, busquen sus toallas— dijo la peliazul, y las dos híbridas la miraron como si hablara en serio—. Vamos, vamos— las alentó, antes de que ambas fueran a buscar las toallas a su cuarto.

Jinsoul fue por su lado hacia el baño, para preparar la bañera.

— ¿Dices que van a follar? — preguntó Jiwoo a Sooyoung, en cuanto las tres se habían ido.

— Diría que estoy un setenta porciento segura de que si— dijo la morena, asintiendo.

— Vámonos, que no quiero escuchar gemidos de a tres.

Sooyoung asintió, palmeo su hombro y su novia cambió a la forma de una linda petauro del azúcar, para escalar su brazo y llegar hasta allí, la humana le dió un pequeño beso, porque amaba lo pequeña y linda que se convertía su pareja.

A Jiwoo le gustaban los paseos en el hombro de Sooyoung.

Ambas salieron de la casa, dejándolas a las tres en la privacidad.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Where stories live. Discover now