LXXVI

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— ¡Shin RyuJin!

La peliazul alzó la vista de su celular y miró a su amiga YeJi, quién cerró de un portazo detrás de ella al entrar, y frunció el ceño al sentir las cosas temblar por el golpe.

— Lo rompes lo pagas.

— Como si no tuviera para pagarlo.

— Lo pagas con tus dedos, YeJi— RyuJin frunció el ceño.

— No me amenaces, pequeña mafiosa, intenta arrancarme los dedos que te arranco lo que no tienes— YeJi no se contenía en discutirle, y en ese momento estaba molesta, sin intenciones de calmarse—. Un tipo recién acaba de quejarse porque la híbrida lo había rasguñado, y comenzó a gritarme que el lugar era una mierda y que cada vez teníamos putas peores.

RyuJin se encogió de hombros.

— Uno más, uno menos...

— A ver, ¿Qué no eres la misma idiota que se queja de calidad de nuestros híbridos y que tienen que hacer su trabajo como las "buenas putas que son"? — dijo YeJi—. ¿Qué tiene este de especial para que no lo hayas amansado aún? Ese tipo salió con la cara llena de rasguños.

RyuJin soltó una carcajada, dejó su celular a un lado, se acomodó en su asiento y miró a YeJi con una sonrisa.

— HyeJu me importa muy poco— dijo —. Y no quería perder el tiempo... A demás, tengo algo personal con esa gata.

YeJi rodó los ojos con fastidio.

— Tu sabes que soy un poco... Inestable.

— Putisimamente desquiciada.

— Y bueno... No quiero tener un arranque de ira...

— Tus brotes psicóticos.

— Y terminar muy mal... Ya sabes, no sería la primera vez que pasa— suspiró—. Y bien yo quiero que sufra, YeJi— no pudo ocultar su sonrisa—. Que la pase mal por haberme robado a HeeJin, no puedo matarla accidentalmente como la última vez.

— ¿Y vas a dejar que perdamos clientes por eso?

— Sólo hay que buscar otras soluciones. Atala y ya, no sé, esposala, cortale las uñas o los dedos, qué más da— la peliazul le restó importancia.

YeJi suspiró.

— Dime que tienes algo de alcohol por acá, cada vez me cuesta más soportarte estando sobria.

— Segunda puerta— señaló el mueble con varias gavetas, estantes y cajones, la mujer fue y revisó las botellas un rato, hasta encontrar una de whisky y sonreír.

— Ya tengo alcohol, ya puedes hablar de tu estúpida HeeJin.

RyuJin rió.

— Estaba esperando que me dejaras— dijo, y YeJi rodó los ojos, mientras daba un largo trago a su bebida —. Por lo que me han dicho, no ha salido de la casa de su amiga, Jung Jinsoul, parece que está muy depresiva aún, así que le estoy dando su tiempo... Aunque ya pasaron cuatro días, ya debe estar por salir, y en cuanto me lo digan, estaré allí para consolarla —sonrió como una boba, y YeJi no se contuvo en decírselo.

— Pareces una idiota enamorada.

— Será porque es así.

— ¿Sabes? Este whisky es muy suave para soportarte hablar de tu enamoramiento, así que mejor guardalo, cambie de opinión.

RyuJin rió.

— Siempre tan amargada con el amor.

— Lo único que soporto menos que a ti es el amor, Ryu— tomó otro trago.

☁𝓑𝓪𝓭 𝓛𝓾𝓬𝓴☁ 𝙷𝚎𝚎𝙷𝚢𝚎Where stories live. Discover now