Primer Movimiento.

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– A ver, es mejor que comas que luego nos vamos al patio para que agarres sol — deja la charola frente a mi — Le va venir muy bien al limón, hoy hace un calorcito agradable

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– A ver, es mejor que comas que luego nos vamos al patio para que agarres sol — deja la charola frente a mi — Le va venir muy bien al limón, hoy hace un calorcito agradable

– Lo que quiero es dormir, ve tú al patio, yo voy a tratar de descansar.

– Bueno pero cambiaremos de cama, es mejor que estés en la de abajo, un día de estos te matas por bajar de la litera — se sienta

– ¡Pero si es bien ágil! — se mete Laura — Prácticamente ni se le nota

– Laura, aún así es peligroso— suspira Iris — Por ahora la camisa del uniforme hace el milagro de esconderlo pero ya después va a ser imposible — se inclinó para sobar mi vientre

– ¿Me estás diciendo gorda ahora? — tome el durazno y le dí una mordida

– Por supuesto que no pero si embarazada — se sentó al lado mío — ¿Verdad que si me dejas ser su madrina?

– ¡Ah no! — agitó su cuchara Laura — Si ella es su madrina, al primer sitio que va a llevarle es a un burdel y le dejará bambolearse en el tubo, ¡nomas te aviso!

– ¿Y tú? ¡Le vas a regalar un paquete de coca! — se burla Helena

– No pero puedo enseñarle a pasar cositas al otro lado, tú le vas a contagiar el abandono y luego los brotes de venganza, por eso dejaste en ceros a tu papi — prueba del yogurt — ¡Puaj! ¡Que mierda!

– ¡Me parece que te toco el caducado! — le enseña la lengua

– Bueno cállate, loca de mierda

– ¡Hey! ¡Hey! — alzó la voz Iris — Sin decir groserías, que tenemos un infante presente

– Dos si contamos a Helena — murmure

– ¡Esa es buena!






Continuamos haciéndole bullying a Helena, ha decir verdad era de las cosas que más disfrutábamos todas, bueno Helena obviamente no pero ella se lo buscaba, después de haber desayunado tal y como mis compañeras habían insistido, Iris y yo nos encargamos de la cocina. Ese era el trabajo que nos tenían designado para hoy, como no lo cumplieramos las dos la íbamos a pasar bastante mal, luego de que lavaramos las charolas que se utilizaban para alimentarnos todos los días, nos encargaron lavar las verduras y luego nos liberaron.

De los quehaceres de allí obviamente, porque luego debía reunirme con Laura y Helena para trapear el área común, hoy no tenía deseos de ir a terminar en aislamiento por lo que debía hacer realmente todo esto, además después podría ir a recostarme un buen rato. Helena como siempre se puso a jugar, corría de un lado al otro con su trapeador hasta que Laura le puso el pie y terminó en el piso; tuve que hacer un esfuerzo sobre humano para no reírme fuerte, si me reí pero por lo menos no hice que todo el mundo se enterara de lo sucedido. 

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