Visita Inesperada.

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– Bueno ya es tarde, tuve un día pesado y ella debe dormir si yo quiero hacer lo mismo — extendió los brazos a Aliyah

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– Bueno ya es tarde, tuve un día pesado y ella debe dormir si yo quiero hacer lo mismo — extendió los brazos a Aliyah

– No es tan tarde ¿Ya me corres para mi casa? Eso no es justo

– Luís, son las nueve de la noche, en serio Aliyah debe dormir

– ¿Vas a ir a la constructora mañana?

– ¿Después de lo de hoy? Ni pensar, haré que Tania me mande todo a la casa, si es necesario voy a conseguir a un becario que me traiga los documentos y luego los deje allá

– Tú no te escondes, creí que irías mañana

– No me estoy escondiendo, simplemente por mi poca salud mental voy a quedarme en casa, donde nadie puede joderme, además pasaré todo el día con esta personita. No estoy lista para dejarla por tantas horas

– Viéndolo así, tienes razón, bueno me iré a casa pero aprovechando que vas a estar aquí todo el día, vendré para desayunar — le entrega a Aliyah, no sin antes darle un beso en su regordeta mejilla — Duerme bien muñequita

– Te acompañaremos a la puerta para que no sigas diciendo que soy cruel — sonríe al tenerla en brazos

– No es necesario, mientras me dejes desayunar aquí no hay problema, nos vemos mañana





José Luís también dejó un beso sobre la cabeza de Altagracia antes de retirarse, a pesar de que hace unas horas atrás había recibido uno en la boca, tenía muy en claro que no podía ir rápido con Altagracia, podría ser todo un hijo de puta y aprovecharse de su vulnerabilidad pero al final esto le saldría caro; si quería ganar su confianza pues le tocaba ir a paso de tortuga y tratar de no cagarla por supuesto.

El tremendo oso fue a parar al cuarto de Aliyah como era de esperarse, aunque Aliyah no dormiría allí esa noche. Altagracia quería tenerla cerquita por ahora, así que luego de pedirle a Magda que mandará su té al cuarto, se encargo de poner a Aliyah cómoda en la cama, busco su propia pijama y se recostó al lado de su pequeña, Aliyah parecía bastante energética todavía, todo el tiempo moviendo sus manos o haciendo los típicos ruidos de bebé con su boca.

Claro que toda esa energía se fue agotando rápido, normalmente se dormía en este horario a menos que tuviera cólicos o alguna cosa que la hiciera sentir incómoda; una vez se quedó dormida Altagracia pudo disfrutar de su té relajante, ya se le había echo costumbre beber una taza antes de dormir. Le ayudaba a conciliar el sueño con más rapidez, si no tuviera una bebé a cargo probablemente optaría por una de esas pastillas que te tumban hasta el día siguiente.

Antes de que dieran las diez Altagracia dormía junto a Aliyah, esa noche no tuvo que levantarse durante la madrugada, fue la primera vez que la pequeña limón dormía una noche completa, eso sí, la desperto bien temprano llorando por un cambio de pañal, uno que terminó en un baño. Para entonces José Luís ya se había manifestado en la propiedad para desayunar tal y como lo había advertido en la noche, Altagracia decidió dejarlo al cuidado de la pequeña para poder cumplir con su rutina de las mañanas.





Barrotes De AceroWhere stories live. Discover now