¿Se Me Nota?.

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Al caer la tarde, por fin pudieron sentarse para hablar con Aliyah, aunque la peque estaba más interesada en hablar de cualquier otra cosa y no les prestaba mucha atención, desde el comedor Magda fingía recoger la mesa, desde hace días que el comp...

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Al caer la tarde, por fin pudieron sentarse para hablar con Aliyah, aunque la peque estaba más interesada en hablar de cualquier otra cosa y no les prestaba mucha atención, desde el comedor Magda fingía recoger la mesa, desde hace días que el comportamiento de La Doña era extraño, Matamoros no le decía nada así que era el momento de averiguar que estaba pasando, no por nada esos dos trataban de que Aliyah les prestará atención, una vez lo consiguieron Altagracia le enseño una foto, no estaba pudiendo escuchar que decían y eso la sacaba de quicio.





– ¿Ves está bolita de aquí?

– Si

– Esa bolita es tu hermano o hermana

– Pero es muy pequeño, Mónica y Lucho son muuuy grandes

– Es que ellos ya crecieron mi amor — ríe

– Muñequita, tu hermano es así de pequeño porque está en la panza de tu mami

– Pero... ¿Qué hace ahí? ¡No mami! No puede estar ahí — se desespera

– Cielo, él o ella está bien ahí dentro, los bebés pasan una temporada en la pancita de sus mamis antes de salir, tú también estuviste ahí

– ¿Yo? Pero mami, soy grande

– Bueno pero antes eras igual de chiquita que el bebé





Para la sorpresa de ambos, Aliyah tomó muy bien la noticia, eso sí hizo un montón de preguntas, todavía no entendía como el bebé había llegado a la panza de su mami, tampoco le gustaba la idea de tener que esperar tanto para poder conocerlo, luego comenzó a llorar porque le asustaba que el bebé fuera tan chiquito ¿Y si no crecía? ¿O que tal que se sentía muy solito?.





– Mi amor no llores — la abraza

– ¡No! ¿Y si lastimo al bebé?

– El bebé va estar bien, sólo no saltes sobre tu madre

– Ven, deja que mami te dé un buen abrazo

– ¿El bebé va estar bien?

– Si mi amor, nada va a pasarle





Algo temerosa aún acepto recostarse sobre su mamá, recibió muchos besos y aquel cálido abrazo que era bastante reconfortante, José Luís se levantó para ir a buscar los chocolates que Lucho había traído, sabía que con ellos Aliyah olvidaría el llanto por un rato, aunque el motivo real era que necesitaba espacio, todavía se sentía muy abrumado por todo.





– ¿Papi está enojado?

– No amor, sólo cansado, le hace falta dormir unas buenas horas

– ¿El bebé también está cansado?

– Eso no lo sé ¿Crees que este durmiendo?

– Es chiquito, los bebés chiquitos duermen

– Ah, entonces debe estar durmiendo — sonríe — ¿Te emociona ser hermana mayor?

Barrotes De AceroWhere stories live. Discover now