Tercer Día.

493 57 95
                                    

– ¡Van tres días! ¡Tres días! ¿Y no hay rastro de ellas? — golpea el escritorio con fuerza — ¿¡Cómo explican qué tres simples presas anden libres por ahí como si nada!?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

– ¡Van tres días! ¡Tres días! ¿Y no hay rastro de ellas? — golpea el escritorio con fuerza — ¿¡Cómo explican qué tres simples presas anden libres por ahí como si nada!?

– Inspector, hemos revisado todo pero hasta ahora no hay rastro de ellas... encontramos dos de los coches que utilizaron pero ahí no hay nada

– Tres presas, escaparon de un enorme hospital — camina hasta la pared donde habían pegado los planos de los últimos sitios donde fueron vistas — Justo ahí al menos hay como diez angares de aviones — marca una línea — Los hemos revisado de pies a cabeza y no hemos encontrado nada pero no siguieron su camino así que tienen que estar en está área, escondidas

– ¿Mandamos un grupo de búsqueda?

– Entonces — hace una pausa mirándolos — ¿¡Qué hacen aquí aún!? ¡Vayan a llamar a cuanto policía esté disponible! ¡Quiero a esas tres de regreso al agujero donde pertenecen!







En estos tres días escondidas ha pasado de todo, ha decir verdad los dos sueros que me aplicaron sirvieron bastante bien, las náuseas no eran tan frecuentes pero ahí seguían, volviendo al tema de nuestra fuga. La gente que Laura contacto cobrando unos cuantos favores se habían vestido como nosotras al escapar del hospital, sabíamos que iban a revisar las cámaras de las calles cercanas así que nos preparamos para eso, esas personas han estado burlando a la policía gracias a mi gran plan, verán las mandamos al desierto pues el punto es que crean que saldremos del estado, en el desierto es fácil esconderse si sabes lo que haces.

Laura pasaba mercancía por el desierto, estás personas trabajaron con ella varías veces. Habíamos dejado diferentes coches en las paradas obligatorias, así que mientras la policía andaba detrás de la camioneta azul, ellos ya se cambiaron a otro coche; ahora les dejamos la última ubicación como pista, tardarían días con sus grupos de búsqueda, la gente de Laura estaría a salvo y cobrando la segunda parte de lo acordado, mientras tanto nosotras ya fuimos por el dinero de Helena, nos fuimos de la casa y ahora abordabamos el yate que nos llevaría a aguas internacionales, estos tres días los utilice para revisar el plan, descansar y ser obligada a comer.

Matamoros me perseguía con un plato bastante grande a todas horas, entiendo que estuviera preocupado y empeñado en hacerme engordar por mi bien pero cuando digo que realmente no puedo comer, no estoy mintiendo, un día de estos le terminaré vomitando encima; tal vez así se relaje. En fin llegar a aguas internacionales nos tomaría dos días casi tres, habíamos revisado para no escoger un día donde caiga una tormenta, lo último que nos falta es que nos quedemos varados en medio del océano, ahora mismo llevábamos seis horas en el yate, Laura ya quiso lanzar a Helena a los tiburones un par de veces cuando colmó su paciencia y yo he pasado divertidas horas vomitando.







– No me lo tomes a mal pero cada que te veo entrar con un plato de comida, me dan ganas de asesinarte — murmure recostada en la cama

– Está vez te traigo un suero, perdiste muchos líquidos, así que tendré que hacerte una vía

Barrotes De AceroWhere stories live. Discover now