Primera Crisis.

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Al caer la noche, una vez la cabaña estaba climatizada apagaron la chimenea y se pasaron al cuarto, Altagracia estaba exhausta pero temía que José Luís se escabullera en medio de la noche con la niña, por lo que trato estar despierta el máximo de tiempo posible. Había recostado boca abajo en medio de ambos a la bebé, todavía estaba cubierta por su manta más la sábana de la cama, ella la observaba dormir tranquilita mientras esperaba a que José Luís saliera del baño.






- Más vale que te lavaras bien las manos, de lo contrario ni creas que vas a tocarla

- No soy un cerdo Altagracia, por supuesto que me las lave ¿La peque duerme?

- Quisiera tener su ignorancia, duerme tan tranquilita, siento mucha envidia

- ¿Por qué no descansas? Fue un día bastante pesado, hicimos una caminata larga por el bosque, manejaste hasta aquí y luego diste a luz, debes estar molida

- Soy de acero Luís, puedo soportar eso y más

- Duérmete Altagracia - se acuesta del lado izquierdo - Ella va a despertar en medio de la noche y te vuelves irritante cuando hay mucho ruido, en especial cuando no duermes

- ¿Vas a basarte en lo que sucedió una vez? Te recuerdo que ninguno de los dos había podido dormir por esos estúpidos vecinos que pusieron música a todo lo que da por tres días

- Era carnaval hombre ¿Por qué crees que la mayoría viaja en estás fechas? Para no tener que soportar a esa clase de vecinos

- Bueno pero no tenía la posibilidad de hacerlo, tenía un negocio importante, hasta cerrarlo no podía mandarme mudar

- Aprovecha que hay bastante silencio aquí - acaricia la cabeza de la bebé - De verdad duerme tan tranquila ¿Segura que es hija tuya? Esperaba a una bebé que hiciera escándalo todo el tiempo

- Cierra la boca y duérmete Luís - pronunció con una expresión de pocos amigos






El primero en dormirse fue él, Altagracia estuvo ideando un sistema para taclear a José Luís en caso de que fuera necesario, recupero su arma y la dejo al alcance de su mano, de a poco el sueño se hizo cada vez más difícil de soportar. La pequeña si despertó en plena madrugada pero por un cambio de pañal y por el hambre, para los dos fue complicado cambiarselo dado a que estaban más dormidos que otra cosa, al primer intento se lo pusieron al revés pero por suerte Altagracia se dio cuenta una vez pudo abrir los ojos; después simplemente la recostó encima para alimentarla, fue algo difícil para que se adaptará pero una vez se logró pudieron volver a dormir.

Temprano en la mañana sintió como José Luís trataba de salir de la cama, en un abrir y cerrar de ojos había tomado su arma apuntándole directamente a la cara, él levantó las manos y trató de hablarle para que despertara por completo, nada más bajo el arma cuando escucho el llanto de la pequeña que continuaba recostada en medio de ambos.






- Baja el arma, la niña despertó. Debe tener hambre, sólo iba a ir al baño

- No vuelvas a hacer eso

- ¿Salir de la cama?

- ¿Tienes que hacer tanto ruido y mover todo?

- Soy un hombre grande, no puedo moverme como princesa

- Parecía que estaba temblando - deja el arma para poder tomarla en brazos - Lo sé mi amor ¿A ti también te despertó? Es un bruto

- No seas exagerada y tampoco trates de ponerla en mi contra - va al baño

- No llores, a ver. Si me lloras en la cara no vas a conseguir que me mueva más rápido





Con cuidado la recostó sobre el colchón para realizarle una vez más un cambio de pañal, justo en aquel momento apareció Matamoros quien traía una cara de dormido impresionante, al parecer despertó por los berridos de la bebé.





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