Barrotes De Acero

Sospechas.

Cuando José Luís al fin pudo comunicarse con su informante y escucho que Altagracia había huido del país durante una persecución que se dio, no creyó nada, incluso estaba pensando que ella ahora mismo se encontraba escuchando. Fingió creerle al tipo y le aseguro que su pago llegaría, la llamada se dio justo en medio de un evento importante entre constructoras por supuesto ahora mismo lo que más le importaba era dar con ella; sabía que Altagracia no abandonaría Brasil nada más por él, menos cuando se encontraba tan lejos, sin embargo iba a implementar su seguridad.

Esto lo dejaba con el tiempo reducido porque ni bien estuviera protegida de arriba abajo, no podría acercarse. Le tomó tres segundos decidir que haría, rápidamente marcó a su asistente pidiéndole que mandará preparar el Jet lo antes posible, viajaría esa misma noche a Río. Estuvo siguiéndole el paso por tres meses, se perdió todo el embarazo y no tenía idea de cómo se encontraba, más tiempo no perdería; abandonó el evento con pasos acelerados, guardo su celular en el bolsillo de su saco para luego proceder a quitarse la corbata, se sentía bastante sofocado de sólo pensar que podría perderse el nacimiento de aquel bebé.

Altagracia no era una persona sencilla de lidiar pero si realmente prestabas atención descubririas que se quiebra con facilidad, la diferencia es que muy pocas veces dejaría que lo vieras. La maternidad era un asunto complicado para ella, tenía tantas heridas respecto al tema y probablemente ahora que faltaba tan poco para que el bebé llegará estaría aterrada la mayor parte del tiempo; no podría garantizarles que José Luís ame con locura a Altagracia, ni ella a él pero de que hay cosas sin resolver entre ambos las hay. Antes de que se destrozaran por negocios él tenía aquel sentimiento de protegerla.

Ya después todo se fue a la verga como lo pudieron notar, en fin llegó a su casa como alma que lleva el diablo, prácticamente corrió escaleras arriba para comenzar con su maleta; cuando Eleonora le preguntó "¿por qué tanta prisa?" Simplrmente respondió que surgió algo muy importante y que debía viajar, no sospecho absolutamente nada pues esto era algo que solía pasar así que simplemente lo dejo hacer su maleta como un loco, ahora para Lucho fue completamente diferente, tenía sus sospechas sobre que aquel bebé que estaba esperando Altagracia también era de su padre, quiso darle el beneficio pero al verlo tan nervioso haciendo la maleta y al saber su destino, todo encajó.

Espero a que su padre saliera de la casa con la maleta para buscar en Internet el número del encargado de la búsqueda de Altagracia, les comento que había una gran posibilidad de que su padre supiera exactamente donde se encontraba Altagracia, confirmó el modelo del Jet para que estuvieran pendientes y les hablo del hotel que su padre solía frecuentar al viajar a Río. Altagracia podría ser bien inteligente y evadir a la policía pero a su padre le faltaba bastante para estar en aquel nivel, no sería para nada complicado dar con él y luego con ella, está sería su forma de vengar los cuernos que decidió colocar sobre la cabeza de su madre y una venganza adelantada hacía aquel bastardo.

Las siguientes horas José Luís las aprovecho para descansar un poco, una vez aterrizó se dirigió al hotel donde comenzaría con su búsqueda ni bien tomará la primera taza de café, necesitaba estar bien despierto si quería encontrar por lo menos algún tipo de pista, recordar alguna cosa que ella le haya mencionado y partir desde ahí pero ha decir verdad, su mente estaba en blanco. Nada más podía pensar en el bebé y en cómo complico las cosas al meterla presa, inevitablemente comenzó a imaginar un futuro distinto si las cosas no se hubieran dado como se dieron; para la hora del almuerzo decidió comer fuera, de paso podría frecuentar los sitios a los que Altagracia iba antes.