Oh barrotes!
Fríos, tan fríos cómo tus manos cuando soltaron las mías.
Delgados cómo tus lindos labios.
Pero fuertes cómo la espada que clavaste en mi costado, el día que me traicionaste.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Después de acomodar las ramas, hojas secas y un par de troncos viejos que tuvieron que romper con piedras, Altagracia pudo encender el fuego; ya el sol comenzaba a meterse, los dos estaban con la ropa mojada aún, lo mejor era quedarse frente a las llamas para secarse y entrar en calor. Del bolso saco una delgada colchoneta, era especial para estos casos, lo malo es que tenía sólo una, tendrían que dormir muy juntos; la acomodo de manera que ambos pudieran sentarse sobre ella y seguir cerca del fuego.
– Tenías razón, va a llover — se sienta
– Tengo el hábito de ver el reporte del clima antes de salir de casa — se quita la chaqueta — Quítate lo que este muy mojado o vas a enfermarte
– ¿Por qué llevas contigo un bolso así? — obedece
– Cuando comencé a sentir que podían atraparne en cualquier momento... preparaba bolsos para huir en caso de necesitarlo, un día paso, tuve que huir y luego huía todo el tiempo
– Pero ahora ya no tienes la necesidad de hacerlo
– ¿Quién me lo garantiza? Es mejor estar prevenida... así que cargo conmigo un buen bolso para huir en medio de la nada un par de días, no lo iba a dejar sólo porque estaba "segura" contigo
– Ni tan seguros eh, no pensé que aprovecharían para atacar justo hoy
– La oportunidad se dio, estábamos en medio de la nada, tardarían en encontrar tu cuerpo
– Definitivamente hubiera muerto de no ser por ti... gracias
– No es nada, todavía me eres útil — sonrió
– Admite que te simpatizo un poquito
– No abuses ¿Quieres?
– Bien... ¿Ahora que sigue?
– No contaba con que nos llevara tanto tiempo cruzar el río, si hubiéramos tenido una hora o dos más de sol, habríamos pescado lo suficiente pero no creo que mañana podamos regresar
– ¿Crees que nos encontrarán?
– No lo sé, espero que no pero por eso no quiero regresar al río
– ¿Habrá otro en el mapa?
– Abre el bolso, lo voy a revisar
– Tienes barritas de cereal aquí — las saca
– Si pero eso no es suficiente, si te las vas a comer que sea una nada más, necesitaremos lo dulce para no desmayarnos mañana
– ¿Tú no vas a comer? — le entrega el mapa
– Prefiero hacerlo mañana, antes de que empecemos a movernos
– Pero no has comido nada Altagracia
– Estaré bien, he estado en peores condiciones — le resta importancia — Alcanzame la linterna, no me basta con la luz de la fogata
– Tremendo almacén tienes aquí... hasta un celular