𝘟𝘝𝘐. 𝘛𝘶 𝘮𝘦 𝘢𝘮𝘢𝘴

3K 273 36
                                    

Llegamos a casa y lo primero que hizo fue llevarme a la cama, para que descansara. Le dejé en claro antes de salir del hospital, que podía caminar por mi misma, pero aún así no me hizo caso y me cargó del hospital al auto y del auto al apartamento.

—Quieres agua?—. Preguntó en voz baja  mientras me acariciaba la cabeza. Yo solo asentí con la cabeza.

Estaba cansada, el suero que me habían puesto en el hospital tenía algo que me causó mucho sueño.

—Ahora vuelvo—.

En todo el camino no dije ni una sola palabra, a parte del cansancio, había algo que me hacía sentir tan triste, realmente quería dormir. Era lo único que quería.

Me acurruque mientras abrazaba una de las almohadas que estaban en mi cabeza.

Me quedé mirando hacia un punto vago en la habitación, mi mente estaba en blanco y mi rostro sin expresión alguna. Me perdí tanto en el momento que ni siquiera escuché a Kento entrar a la habitación.

—Mi niña—.

—Perdón—. Por alguna extraña razón estaba comenzando a llorar y mi voz empezó a temblar. —Yo se que te presiono mucho, si no quieres hablar conmigo de lo que pasa está bien, lo siento por lo de hoy, empiezo a sentir que soy solo una carga para ti—. Tomó mi cuerpo y me cargó para que me sentara en sus piernas mientras me abrazaba.

—No empieces a disculparte otra vez por cosas como estas y borra de tu cabeza esa estúpida idea—. Tomó mi rostro y lo alzó para mirarme. No había notado lo triste que se puso al escucharme decir todo esto.
—No eres una carga, _________. Amor, lo mínimo que puedo hacer por tí es cuidarte—.

—A veces siento que he comenzado a cansarte—. Dije sin siquiera mirarlo.

Me soltó y se quedó callado por algunos segundos, su rostro cambio de un semblante de preocupación a uno totalmente melancólico y pensante, yo no me moví, me quedé sentada arriba de el, creo que pensó que lo decía por lo que me dijo en el restaurant.

Pasó sus manos por su rostro y agachó su cabeza poniéndola encima de mi hombro.

—Perdóname, prometí no hacerte llorar y—. Soltó un suspiro pesado y largo. —mierda—.

—Me prometiste muchas cosas, Kento. Sabes, nunca creí que algún día podría estar con una persona como tú—. Solté un pequeño suspiro como si estuviera riéndome. —Eh llegado a pensar que no merezco estar contigo—. Me levanté y me posicioné enfrente de el. Lo que hizo que alzara su cabeza para poderme mirar. Se miraba preocupado.
—Seguramente estaría con el corazón hecho pedazos si me fuera en este momento. Y tú Kento?, Estarías bien con eso?—.

—Piensas que estaría bien?. No tienes ni la menor idea—. Se levantó de la cama y se quedó enfrente de mí. —Sabes lo importante que es para mí el tenerte aquí conmigo?—.

—Entonces por qué nunca fuiste sincero?—.

—Por qué tenía miedo—. El escucharlo alzar la voz así de la nada, hizo que me sorprendiera un poco, pero ahora lo más importante. ¿Qué es lo que le daba miedo?.
—Tenía miedo de que te fueras—. Tomó mi mano y se sentó en la cama.

—Que fué lo que pasó?—.

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
Paraíso | Nanami KentoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora