T2| 𝘓𝘐.

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—Por qué no te levantas?—. Dijo mientras ponía su mano encima de mi cuerpo. Recalco que seguía acostada debajo de las sábanas, cubierta con estas de pies a cabeza.
—___________—. Alzó con cuidado la esquina de la sábana y descubrió mi rostro.
—No me dirás adiós?—. Preguntó con una sonrisa en su rostro. Me gustaba mirarlo tan arreglado por las mañanas, "es tan brillante" fue lo que pensé. —Te sientes mal?—.

—No—.

—Estas cansada?—.

—Me duele—. Apenas si se escucharon mis palabras. No me dolía tanto pero, si era inquietante el dolor que sentía en mi vientre.

Me gustaba que cuidara de mi, realmente me gustaba pero, creo que esta vez exageró demasiado.

Me gustaba que cuidara de mi, realmente me gustaba pero, creo que esta vez exageró demasiado

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—Está bien?, Es grave?, Que tengo que hacer?—. Preguntó con los nervios de punta, ni siquiera yo que sentía el dolor estaba tan nerviosa. A demás la doctora ni siquiera se había sentado, recién había entrado a la oficina.

—Tranquilicelo—. Me pidió con una sonrisa burlona mientras se sentaba y leía el expediente.

—Está bien, siéntate—. Tomé la mano de Kento y le sonreí, al parecer logré tranquilizarlo al menos un poco. Se sentó a un lado de mí y tomó mi mano. Nunca lo había visto tan nervioso, las manos le temblaban.

—Bien—. Comentó la doctora. La mirada con la que nos miró no era como si nos estuviera juzgando pero, sentíamos una presión. —Aquí me informan que tienes 1 mes y dos semanas de embarazo, ninguna complicación, muy bien—. Tomó una pluma y pude notar que estaba escribiendo en un papelito unos números. —De que número a qué número sientes el nivel de dolor?—.

—8?—.

—Tan grave es?—. Preguntó Kento con su rostro lleno de angustia. Me dió gracias, debo admitirlo.

—No, pero es necesario que respondan con sinceridad mi siguiente pregunta—. Nos miró con detenimiento y sin más preguntó.
—Cada cuanto tienen sexo?—.

Sí, le dió pena y también se puso nervioso al escuchar la pregunta, su semblante ahora mismo me dió mucha risa. En cuanto a mí, solo respondí. —No sabía que estaba embarazada, así que de igual manera lo hicimos más de dos o tres veces?—.

Kento dirigió su mirada hacia mi y pude notar que tenía su rostro y orejas del color de un tómate. Así que solo dirigí mi mirada a la doctora mientras contenía la risa.

—Y lo hacen de manera, moderada?—. Sus preguntas eran directas y sabía que eran con un fin totalmente médico, además ella al parecer sería la ginecóloga que iba a seguir tratándome durante los últimos meses.

—No, el parece una bestia pero no entiende cuando debe parar—. Claro que sabía que esa respuesta iba a hacerlo sentir aún más incómodo.

—__________—. Susurró mi nombre mientras me golpeaba de manera delicada con su rodilla.

Paraíso | Nanami KentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora