Paraíso | Nanami Kento

T2| 𝘓𝘐𝘟.

El lugar, la misma playa en la que Kento le pidió matrimonio. El clima al parecer estaba a su favor, era tan lindo el día que casi estaba segura que el mismo universo se los obsequio como regalo de bodas. Manteles blancos, aquí y allá, una gran carpa blanca hermosa que por dentro estaba llena de arreglos, mesas grandes, una pista enorme al centro con hermosos arreglos florales a las esquinas. Aquellas sillas centraban aquella pista en el gran lugar.
Candelabros plateados y brillantes con lo que parecían ser diamantes en las orillas, algunas flores amarillas colgando del gran "techo" y lo que llamaba aún más la atención, aquella barra grande llena de licor.

Había un gran tapete rojo recorriendo desde el centro de la playa hasta donde estaba el arco de la entrada por donde pasaría Von. Sillas blancas con adornos color dorado en las esquinas, flores blancas y amarillas por todas partes, el olor a rosas inundaban los pasillos y sobre todo, aquella loción que adormecían los sentidos de Kento cada que Von se rociaba del pequeño frasco por todo su cuello y piel.

Las personas llegaban y se sentaban, algunas caminaban por el lugar mirando de lado a lado, mirando los arreglos y admirando la gran decoración con velas, luces y de más. Invitados que nunca pensó Von que vendrían y no por qué no lo quisieran, si no por sus tipos de trabajo y  entre ellos, Gojo, quien había estado mencionando lo ocupado que estaba, el también quería ser parte de su gran día, así que no le importó que tal vez en un futuro sería regañado por ausentarse en el trabajo. Yiyi sin duda alguna se estaba llevando gran parte de la atención de todos, llevaba un hermoso traje color negro con corbata azul.

Ahora, quién se encontraba tan nerviosa como si fuera a presentar alguno de esos exámenes que valían casi el 50% de calificación, por los que nunca estudiaste por haberte quedado dormida o solo por qué te dió "flojera". ¿Por qué ese ejemplo?. Von no sabía con que comparar tal nerviosismo y lo más nerviosa que se sintió, fue esa vez en la que no estudió y presentó su examen final.

—Dejame acomodarte el cabello—.
Comentó Nobara mientras alaciaba el cabello de Von para ponerle una pequeña peineta y así juntar las esquinas de su hermoso cabello para despejar su rostro. Se miraba tan linda que nadie podía dejar de mirarla. —Te vez tan linda—. Comentó casi con una lágrima rodando por su mejilla.

Se levantó de la silla en la que estaba sentada esperando por qué terminaran de arreglarla y se dirigió hacia la pared donde estaba colgando el gran vestido blanco con un ligero color perla que escogió. Un vestido casi de estilo victoriano con encaje y sin tirantes, falda grande y casi con estilo princesa, ajustado pero no tanto como para no poder respirar.
Tan bello y llamativo que en cuanto se lo probó en aquel lugar donde encargó que lo hicieran, las señoritas del lugar comenzaron a envidiar su buen gusto.

Estaba tan nerviosa que sentía ganas de devolver el estómago, pero ni siquiera eso iba a impedir que el sentimiento de emoción se opacara.

De repente se escuchó como abrieron la puerta de la habitación donde estaba Von y los estilistas quienes estaban ayudándole con todo.

—QUE BONITA!!—. Comentó Yiyi mientras corría directamente a ella.
—Te vez muy bonita mamá—. Se detuvo enfrente de ella mientras la miraba con una sonrisa en su rostro.

—Gracias mi vida—.

—Yoon—. Esa voz llamó la atención de Von inmediatamente, ahora era Tree quien había entrado a aquella habitación con la intención de atrapar a Yiyi pero fue demasiado tarde. —Jefa—. Se quedó sin palabras, ni siquiera sabía que decir en cuanto miró a Von con aquel hermoso y gran vestido. —Dios, no se por que tengo ganas de llorar, lo siento—.

—Me veo bien?—.

—Mas que bien—.

Ahora Tree sería quién tomaría las fotografías en aquella ocasión.