𝘟𝘟𝘐𝘟. ¿?

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______________ Von

Era como si estuviera en un mal sueño, enfrente de mí aparecían diferentes escenarios, claramente la cabeza comenzó a dolerme, pero no sabía por qué estaba recordando todo de golpe.

Había sangre, estaba en una bodega, de repente estaba acostada en la cama con alguien a quién no había visto jamás, o al menos eso creía, pero también tan pronto como me acercaba a querer mirar el rostro de la persona que estaba acostada a mi lado, cambiaba de escenario.

Todo era confuso, quería llorar de desesperación, pero decidí no hacerlo, quería que alguien me sacara de éste mal sueño.

Sentía como la persona que hace un momento estaba a mi lado recostado, paseaba sus manos por todo mi cuerpo mientras decía "Te amo" en un tono bajo. Estaba tan confundida, todo estaba borroso, lo único claro en ese sueño, fueron las palabras que creí escuchar antes de despertar:

Sabes que va a acompañarte toda tu puta vida ____________?. Que nunca vas a poder escapar de mí, nunca—.

De repente desperté y noté que alguien me sostenía en sus brazos, solo encogí mi cuerpo y apreté el brazo de quién me estuviera deteniendo. Sí, era Cesar.

—Estás bien?—.
Solo negué con la cabeza y comenzó a frotar mi brazo con su mano. —Solo fue otro mal sueño, tranquila—. Cesar se quedó un momento deteniendome pero después se levantó de la camilla en donde estaba.

—Espera aquí—.

—No, espe-, no quiero quedar sola—.

—Solo iré por agua—. Señaló en dirección al mueble que estaba cerca de la puerta.
—No llores—. Sonrió mientras se acercaba a mí para tomarme de la mano, al parecer notó que tenía los ojos llorosos.

Tomó un vaso de cristal que estaba a lado del mueble en una pequeña mesa y sirvió agua.

—Toma—.

—G-gracias—. Tomé el vaso que me ofreció y bebí de el. Por un momento pensé en sí, el era la persona que miré en mi sueño, si el era quién dormía conmigo y me abrazaba todo el tiempo.

—Listo—. Dijo mientras me quitó el vaso para dejarlo a un lado en la mesita. Checó su reloj un momento y volteó a mirarme.
—Son las 5 de la mañana—. Comentó entre risas. Realmente era una persona amable conmigo. —Tu noviecito seguro ya viene—.

—Quien?—. ¿Noviecito?. No, no se refiere a Jay, verdad?.

—Ah, es—. En cuanto Cesar quiso explicar de quién se trataba, la otra persona que estaba con el entró. —Te dije—.

—Dijiste que?—. Comentó el rubio mientras entraba.

—Nada, nada. Me voy—. Cesar se volvió a acercar a mi y me miró. —Volveré más tarde cachorra, descansa, sí?—. No quería que me dejara sola con una persona que no conocía.

—No te vayas—. Tomé el brazo de Cesar antes de que se alejara de mí, no lo iba a soltar. Al escucharme decir eso, noté como volteó a ver a la otra persona rápidamente. Seguido de eso, tomó mi mano y la quitó de su brazo.

—Tengo que irme, prometo que voy a volver contigo, si?—. Tocó mi nariz con uno de sus dedos y salió de la habitación.

Tan pronto como se fué, comencé a querer que volviera. La persona con la que ahora me había quedado en esa habitación, se sentó a un lado de mí, en la silla que estaba a lado de la camilla.
—Dormiste bien?—. Preguntó mientras acercaba su mano para sostener la mía, pero la quité en cuanto noté su acción.

—No sé—.

—Bien, entonces. No recuerdas quién soy?—. Preguntó mientras se levantaba de la silla.

Paraíso | Nanami KentoWhere stories live. Discover now