"Sentirte dentro de mi alma, es como tocar el paraíso"
Un amor nuevo, sincero y emocionante toca la puerta de su corazón, pero ella vive con temor de volver a tener la misma sensación de soledad y miedo.
Ella era feliz con su primer amor, aquel jove...
¿Conoces las historia de Lucifer?. Un ángel que fue expulsado del Paraíso por su avaricia, deseo y soberbia. Un ángel que era hermoso, pero que a causa de sus pecados, dios lo condenó quitándole tal belleza y otorgándole como aspecto el espejismo de su alma. ¿Por qué?, Por qué quería más de lo que podía merecer.
Lucifer vivía en el paraíso, así como ___________ vivía en el idealismo de que dicho lugar, era un sueño y vivía con el sentimiento de pureza, paz y tranquilidad que se le había otorgado por algunos años. Y ahora, es arrastrada de nuevo al infierno del cual con tanto esfuerzo y dolor logró salir.
Ella era hermosa, por fuera. Ese cabello, esas manos, ese cuerpo, esos ojos que alguna vez miraron con brillo al hombre de quién se había enamorado. Pero su alma, su alma estaba manchada, tenía grietas, tenía pedazos caídos y huecos que nunca se llenaron, estaba manchada por la venganza, irá, arrogancia y prepotencia; Nadie justifica los actos de alguien por su pasado, pero ella tuvo que vivir con tales sentimientos debido a su "yo" de ese entonces. ¿Éste es su castigo?, ¿Realmente no merece el paraíso?, ¿Que hará?, ¿Qué pasará?, Desear tanto el ser amada por alguien, ¿Es algo que no merecía?, ¿Cuál fue su error?, ¿El no creer en Dios?.
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El sonido de las cadenas cada vez era más fuerte, el dolor en sus tobillos y manos era más pesado y el dolor de cabeza, comenzaba a ser más constante.
Comenzó a abrir los ojos poco a poco mientras se aclaraba su vista, de inmediato pudo reconocer que estaba en el suelo por la presión y frío en su mejilla, apretó sus ojos un momento para después abrirlos y darse cuenta de que no era una pesadilla, era la realidad.
Movió sus manos y pudo darse cuenta del por qué el sonido era cada vez más fuerte, estaba encadenada. Se reincorporo un momento y se sentó mientras observaba de lado a lado donde es que estaba, pero no reconoció tal lugar. A lo lejos podía escuchar el sonido de las olas y de vez en cuando, el sonido de un barco, por un momento se preguntó, "¿Estoy en el mar?", pero no es así. Park estaba en el puerto, preparando todo para irse junto con ella. A pesar de encadenarla como si de un animal se tratara, había echo que la cambiaran de ropa y la subieran a una habitación del barco.
Cuando miró su ropa pudo notar que no era la suya, sí no un blusón transparente color blanco y lencería delgada. Ahora comenzaba a asustarse.
Se escuchó el sonido de algunos pasos cerca de la habitación y de alguien que se detuvo frente a la puerta. Esa persona habló en un idioma diferente, por lo tanto no pudo entender nada, ahora el escuchar sus conversaciones era totalmente inútil, al menos para intentar saber donde estaba.
De golpe alguien abrió la puerta y la miró en el suelo como si estuviera inspeccionandola. —Levántate—. Comentó mientras pateó la cadena con la que estaba atada. Claramente el miedo invadió todos sus sentidos y con ese mismo sentimiento, obedeció. Tenía terror tan solo con el imaginar que le podía pasar si no hacia caso. El hombre se acercó a ella y miró de cerca su rostro y cuerpo. —Fumas?—. Preguntó de la nada, ella solo negó con la cabeza, no dijo ni una sola palabra. —Bebes licor, te drogas?—. Volvió a negar con la cabeza. —Bien, te me lavas esa cara, no quiero que te vean así, das asco—. Sin más que decir, el hombre salió de aquella habitación y la joven volvió a desplomarse en el suelo. No sabía que era lo que estaba a punto de pasar pero el miedo era tan grande que sintió ganas de vomitar. Se acercó a uno de los lavabos que estaba cerca de dónde estaba encadenada y lavó si boca y rostro mientras las lágrimas recorrían por su mejilla.
