El Nuevo Black II

Traslado

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Cosas de los Black

El viaje de regreso a Privet Drive se veía distinto, o al menos así lo sintió Harry cuando subió al auto y su tío había tomado un camino completamente distinto. Avanzaron entre carreteras, hasta caminos completamente desiertos. El auto iba sumido en total silencio, como si no hubiera nada de qué hablar, tío Vernon apenas si emitía algún que otro gruñido, tía Petunia apenas se sentía como respiraba profundamente y Dudley solo hacia sonidos desenvolviendo sándwiches o algo de comida que llevaban.

El automóvil de tío Vernon paro en una estación de combustible, Harry supuso que sería una parada rápida, aunque luego, Tío Vernon además de colocar el dispensador de combustible, comenzó a bajar todo lo que había en el baúl del automóvil. Luego, de manera un tanto arrebatada, bajo las jaulas, dejando todo a un costado.

Harry bajo de improviso, vio un auto un tanto más nuevo que el del tío Vernon aparcar en la estación de combustible. Un hombre joven, que no debería tener más de treinta años, bajo del automóvil y comenzó a subir el equipaje de Harry en su propio Automóvil.

— Te vas con ese señor muchacho, y no quiero saber de ti en el resto de las vacaciones — exclamo apenas cerró la puerta de su automóvil y se fue velozmente.

Harry trago saliva y saco su varita antes de entrar al automóvil, en el asiento de atrás había una sillita de bebé, donde un infante de no más de dos años estaba sentado saboreando un dulce con sus manos, repletas ahora de caramelo color rosa. Con ayuda del espejo logro ver al conductor, un hombre joven, quizás más joven que su tío Vernon de cabellos negros y cejas delineadas, vestía una camisa blanca con un pantalón de vestir color azul marino, el saco estaba sobre el asiento del conductor junto con una corbata a rayas. En el asiento del acompañante delantero había un hombre anciano, el cual se dio media vuelta, Harry lo reconoció, era Marius Black, quien una camisa desabotonada en los primeros dos ojales, se veía también que tenía puesto un pantalón con tirantes.

— Supongo que te tendré que poner al corriente, Harry — dijo el señor Marius con una mueca de cansancio —. Él es mi nieto Reiner, y el que viaja contigo mi bisnieto Grimaldi.

— ¿Está bien todo esto de que rompas el secreto? — pregunto el conductor —. Abuelo.

— Debía hacerlo, hijo, estamos en el inicio de una guerra mágica, muchos Muggles morirán, hijos de Muggles... la mejor forma de defendernos es informarnos.

— Entonces, ustedes saben...sobre.

— Sobre todo lo que respecta a ese mundo de mi familia de origen, que mi bisabuelo se llamaba ¿Cygnus? — exclamo el hombre —. He de admitir que es un poco sorpresivo, siempre quise extender más mi árbol familiar.

— ¿Tienes preguntas Harry?

— ¿A dónde vamos?

— No entiendo mucho, pero vamos a un punto intermedio donde serás trasladado por otra persona, hasta la casa donde pasaras vacaciones — respondió el conductor —. Mi familia y yo vamos a ocultarnos en otra casa con encantamientos protectores de ¿La familia Black?

—Así es.

— ¿Tan grave es la situación? — pregunto Harry mirando al bebé que le ofreció de su dulce.

— El puente de Brockdale fue derribado, decenas de automóviles cayeron al agua, matando a sus ocupantes, todos Muggles, y es solo el inicio Harry — respondió Marius mirando al frente —. Es así como inicia.

—¿Habrá cosas peores, abuelo? — pregunto sorprendido.

— Para los magos tenebrosos un Muggle útil es un Muggle muerto, o en el mejor de los casos, un Muggle esclavizado — respondió —. Y así será, según mi primo Arcturus, tiene a los gigantes de su lado.