11. Decisión tomada

11.4K 570 15
                                    

Capítulo once

Melissa

Estaba embarazada.

Aún no me lo podía creer. Cuando desperté de la "siesta", estuve todo el rato dándole vueltas a mi situación. Rápidamente decidí que iba a abortar, porque no tenía la mejor posición para mantener a un hijo creado en una violación. Asimismo, ¿qué pasaría si el niño o la niña se pareciera tanto a la escoria de quien fuera su padre y eso me hacía sentir mal? Entiéndanme. No iba a cambiar de opinión.

Estaba pensando más en el bebé que en mí, pero era lo único que me importaba.

Hablando con Jess, fui capaz de desahogarme y tomarme una sopa calentita para olvidar las penas. Luego de contarle mi decisión, llamó a una clínica para agendar una cita.

Los días pasaron, junto a la semana y mi reposo. El día de mi cita llegó y como ya podía estar de pie, me levanté para arreglarme. Sin embargo, oí ruidos en el otro lado de la pared. Por mi torpeza, sin querer le di a un florero y este cayó al suelo junto a las rosas. De repente, esos ruidos cesaron y se sustituyeron por pasos.

— ¿Quién eres tú? — pregunté al hombre que había entrado en mi cuarto. Se parecía al señor Mancini.

— ¿No crees que sería más adecuado que yo preguntara por ti? — cuestionó con ironía, sin responder a mi cuestión antes.

— Yo lo hice antes — ni siquiera sabía de donde había sacado la seguridad que mostraba mi voz.

— Soy Mitchell Mancini — me ofreció su mano y la acepté. Él me dio un beso en ella —. Ahora te toca a ti presentarte.

— Melissa.

— ¡Oh! — exclamó con alegría — Ya sé, eres la mejor amiga de mi hermana. Siempre anda hablando de ti, pero no me esperaba que vivieses aquí — le dio un vistazo a mi habitación.

— Aegan es muy generoso.

— Creo que no estamos hablando del mismo Aegan — se rio —. Aunque, bueno, Jessica sí tenía razón; eres preciosa.

Me incomodé enseguida.

— ¿Y qué haces aquí? — se acomodó sobre la puerta. Se veía sexi con el pelo medio desordenado, pero debía quitarme esa idea de la cabeza.

— Pues... estoy en una pijamada con Jess — mentí.

— ¿Aegan lo sabe? — asentí — Maldito, a ella sí le deja traer a sus amigas y él no me deja traer a las mías — susurró junto a algo más, no obstante, no lo escuché —. ¿No deberías estar con ella en su dormitorio?

— Bueno, sí... pero tenemos prisa y necesitaba arreglarme lo antes posible — miré el reloj —. De hecho, voy tarde ya — esta vez, no fue mentira.

— Entiendo, me estás echando — rio, luciendo más sexi si eso era posible. ¡Tremenda voz! —. Espero verte más seguido, linda — me guiñó el ojo, cerrando la puerta tras su paso.

Me cambié de ropa lo más rápido que pude y bajé al hall, donde Jessica ya me esperaba. Como Aegan autorizó mi salida, no tuvimos problema alguno.

Entramos a la clínica y fuimos al mostrador para preguntar por la sala de maternidad, donde se suponía que me debían hacer el aborto. La señora que nos atendió nos indicó el camino y, al llegar, nos sentamos para esperar la hora de mi turno.

— ¿Estás bien? ¿Estás segura de esta decisión? Creo que estás tomando las decisiones muy deprisa y no estás pensando correctamente. Mira, Issa, luego de que entres ahí, ya no hay vuelta atrás — dijo Jessy, partidaria de que tuviese el bebé.

Caprichos ✔️ [LIBRO I]Where stories live. Discover now