59. Sexo

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Capítulo cincuenta y nueve

Penúltimo capítulo... disfruten mucho <3

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Melissa

Sexto mes de embarazo

Tras mucha espera, Aegan y yo por fin podríamos saber el sexo del bebé. Ya habían pasado cuatro meses desde que nos habíamos enterado de la pequeña sorpresa. Cuatro meses en los que estábamos deseando que este día llegara. Ambos estábamos ansiosos por saber qué sería. Igualmente, si fuera niño o niño, los dos lo querríamos por igual.

El auto conducido por mi esposo se estacionó en el parking subterráneo de la clínica privada, la cual, Aegan se había encargado de buscar un buen lugar para tener las citas necesarias durante todo el periodo del embarazo. La obstetra Jones era mi doctora, una mujer de cuarenta años y muy amable.

Una vez que llegamos al consultorio, esperamos cinco minutos en la sala de espera hasta que fue nuestra hora y la otra mujer salió de allí. Justo a tiempo, los dos entramos al Consultorio de la doctora. La señora Jones estaba detrás de su escritorio, nosotros nos sentamos en las sillas al otro lado.

- Buenos días, señores Mancini - saludó la doctora.

- Buenos días, doctora Jones - dijimos nosotros al unísono.

- ¿Cómo están? - hizo referencia a mí y al feto.

- Felices. Las náuseas matutinas ya han desaparecido por completo. Como me dijiste en la anterior consulta, el bebé está comenzando a moverse demasiado y me duele, pero cuando Aegan le habla, se calma - le conté.

- Y los cambios de humor son terribles - se burló. Yo le di con el puño en el brazo, pero ni se inmutó.

- Eso está bien. Ahora, notarás nuevos cambios, porque estás en las últimas semanas del segundo trimestre. Te notarás más cansada y pesada, pues el feto crecerá más rápido y también empezará a coger más peso. Y, además, sus papilas gustativas se terminarán de formar, por lo que, ya distinguirá sabores - nos explicó -. ¿Hay alguna duda?

- Sí, yo tengo una. ¿Las mujeres embarazadas pueden tragar el semen? - preguntó mi esposo, a lo que yo me ruboricé por la vergüenza que me dio.

- Oh, bueno, no me esperaba esa pregunta - rio Jones -. Pero, sí. Si es el padre del bebé a quien se le practica el sexo oral, es bueno tragar el semen, pues se mantiene en la sangre de la madre y ayuda con el correcto desarrollo del embarazo.

- Has escuchado, cariño - golpeó mi cintura con sus dedos. Por mi parte, rodé los ojos.

- Bueno, ¿empezamos ya con el examen?

- Sí, por favor, doc. Estoy muy ansiosa por saber el sexo - le pedí.

Nos levantamos de los asientos y nos movimos a una pequeña sala con una televisión, un aparato, una silla y una camilla, donde me tumbé y subí el jersey que llevaba puesto. Mi vientre hinchado se dejó ver, que ya era bastante notable que estaba preñada. Había veces, que, por la noche, se podían notar los piecitos de mi bebé. Aunque a algunas mujeres esto les parecía asqueroso, a mí me parecía realmente tierno.

Después, cuando estuvimos preparados sobre la cama, la doctora Jones comenzó con su trabajo. Como se había vuelto costumbre durante los cuatro meses, la mujer pasó un gel frío por mi vientre y, luego, posó un aparato pequeño que pasó por toda la zona para que el bebé se viera en la pantalla. Como en todas las revisiones, Aegan cogió mi mano entre la suya y besó mi frente.

Caprichos ✔️ [LIBRO I]Where stories live. Discover now