60. Preciosura

5.5K 197 5
                                    

Capítulo sesenta

Disfruten de la lectura <3
Y recordad votar, comentar y compartir

Aegan

Por la mañana temprano me había levantado con la intención de acabar finalmente con el trabajo pendiente que tenía, pues me dedicaría a mi mujer el tiempo restante hasta la fecha donde mi bebé nacería. Me había pasado toda la mañana con el celular al lado por si ocurría algo, sin embargo, era una gran distracción. Por ello, a las dos de la tarde me tomé un tiempo para ir a comer y, después, seguir trabajando.

Fui al restaurante más cercano del lugar, uno de comida rápida. Si bien yo no era de ir a esos lugares, desde el embarazo de Melissa me había acostumbrado a ello, incluso podía decir que la comida era adictiva. Me pedí una hamburguesa doble de queso y unas patatas frItas, perfecto para recuperar energía.

Una vez que terminé, pagué y volví a la empresa. Al llegar a mi despacho, me di cuenta de que había olvidado el móvil aquí, aunque no le tomé importancia y seguí trabajando en unos documentos muy importantes. De repente, una llamada entró al celular y el nombre de mi hermana apareció en él. Respondí a la llamada sin mucha atención.

- ¿Sí?

- ¡Aegan, por fin contestas al celular! - ella suspiró - Debes de venir ya a la clínica... ¡Melissa ha roto aguas!

- Madre mía, ¿por qué no me avisasteis antes, eh? - mientras seguía en la llamada desde el celular, fui apagando la computadora y guardando los papeles en sus respectivos lugares -. Voy para allá enseguida.

- Melissa, mamá y yo te hemos llamado cientos de veces, pero ninguna la has cogido. Mi mejor amiga está muy enfadada contigo, así que espero que no estés haciendo alguna estupidez y ven ya.

Sin dejar que responda, me colgó. Busqué en el celular y efectivamente tenía las llamadas perdidas ahí. No quise perder más tiempo y cogí la chaqueta para después salir disparado hacia el auto. Cuando llegué, vi al chófer preparado en el coche. Yo me subí en la parte de atrás.

- Vaya a la clínica deprisa, mi mujer está entrando en labor de parto.

El hombre asintió y prendió la marcha hacia el hospital. Durante todo el camino estuve golpeando el suelo con el pie, nervioso por no recibir ninguna noticia. Para mi suerte, llegamos pronto al lugar. Prácticamente me lancé del auto cuando vi la puerta del lugar.

- Gracias por traerme - le grité al chófer desde la puerta del edificio.

Entré a la clínica y anduve hasta la habitación que Jess me había enviado por mensaje. Al entrar, vi como Melissa estaba dormida en la cama y Jess y mamá a un lado. Ellas, cuando me vieron allí, sonrieron y se acercaron a mí.

- Debemos salir de la sala, el doctor solo nos dejó estar aquí hasta que tú llegaras - dijo Jess.

- No te desesperes, Aegan. Este proceso es lento y doloroso. Conociéndote a ti, estarás histérico en pocos minutos - esta vez habló mamá.

- Qué sí, intentaré no ser tan desesperado - puse los ojos en blanco.

Yo no era así.

O tal vez sí.

Me senté en el sillón que estaba al lado de la camilla de Melissa y cogí su mano. Estuve un buen rato mirando a la nada hasta que unos quejidos por parte de mi esposa me sacaron de mi mundo. Ella despertó. Su rostro tenía una expresión de dolor y, además, soltó un pequeño grito. Bueno, tal vez sí que era un desesperado, porque así me sentía en ese momento.

Caprichos ✔️ [LIBRO I]Место, где живут истории. Откройте их для себя