D I E C I N U E V E

157 22 1
                                    

Abigail

Oops! Bu görüntü içerik kurallarımıza uymuyor. Yayımlamaya devam etmek için görüntüyü kaldırmayı ya da başka bir görüntü yüklemeyi deneyin.

Abigail.

El beso estaba recién comenzando a ser uno real cuando unos brazos extraños me apretaron contra otro cuerpo, rompiendo nuestra burbuja y mareándome en el proceso.

— Dios, princesa, no deberías desperdiciar tus besos así. –Musitó Haniel y mantuvo mi rostro apretado contra su pecho. – si querías tener un poco de acción debías llamarme, yo soy el indicado.

— Apártate, idiota. –Bufó el pelinegro mientras sostenía mi mano para acercarme a su costado, haciéndome sentir como en un campo de batalla. – siempre debes aparecer en el mejor momento, ¿verdad? –Dijo con ironía. –

— He venido a salvarlos, mejor dicho. –Comentó con una sonrisa en sus labios. – sentí la presencia de alguien por aquí, así que vine antes de que los encontraran con las manos en la masa.

— ¿Pueden saber cuándo uno de ustedes está cerca? –Pregunté con sorpresa, aprovechando la instancia para entrelazar mis dedos con los de Nathaniel. –

— Sí, es como un reconocimiento entre perros. –Dijo Haniel y solté una dulce carcajada. – así que será mejor que nos vayamos, tu ángel negro no puede estar en sus cinco sentidos si tienen sus lenguas en la batalla del siglo.

Dios mío.

Estaba rojísima, lo sabía.

— Será mejor que me vaya. –Susurró el aludido mientras acercaba su rostro al mío de forma sutil. – disfruta la noche de forma moderada, por favor, te quiero llegando a salvo a tu habitación. –Pidió y no pude evitar sonreír como una tonta. – nos veremos pronto.

— ¿Mañana? –Pregunté con esperanza. - ¿En la noche? ¿Durante la madrugada?

— En algún momento durante el día. –Murmuró con una ronca carcajada escapando de sus labios. – disfruté mucho contigo, Abigail, espero se repita muchas veces más.

— ¿El baile o el beso? –Inquirí con ambas cejas alzadas. – porque si es el beso, puedo darte uno ahora mismo como premio por tu sinceridad.

— Apura el discurso, Romeo. –Se quejó Haniel, colocando sus manos en sus caderas en un gesto de impaciencia. – no tenemos mucho tiempo.

Nathaniel rodó sus ojos de forma graciosa y juntó sus labios con los míos en un cálido beso, el cual se sintió como un simple aleteo.

Mis ojos estaban comenzando a abrirse cuando fui capaz de ver su espalda alejándose entre el tumulto de gente, los cuales comenzaban a buscar a sus amigos extraviados por la pérdida de luz que habíamos tenido hace unos minutos. Por ello, seguí la corriente y fui en busca de mis amigas, encontrando a Jane en la barra.

Como siempre.

— ¡Aquí estás! –Exclamó y rodeó mis hombros con su brazo, acercándome a ella. - ¿Qué tal todo con Nathaniel? ¿Dónde está? –Quiso saber. –

When I fallHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin