"La vita é bella"
No, la vida no era bella.
O al menos eso era lo que pensaba Abigail cada vez que se ponía a reflexionar sobre su existencia.
Era difícil mantener una vida perfecta a los dieciocho años, pero lo era más para la pelirroja, incluso...
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Abigail.
Definitivamente había sido una pésima idea ir al supermercado luego del entrenamiento, pero no tenía otra alternativa, mañana era mi cumpleaños y necesitaba dejar todo listo antes de que las cosas se convirtieran en un caos.
— ¿Deberíamos llevar más de esto? –Preguntó Lily con una botella de vodka en sus manos, de la misma que ya había un montón en nuestro canasto. – no sé si con eso tendremos suficiente.
— Necesitamos más, mucho más. –Afirmó Jane a su lado, aún con su ropa deportiva, tomando más botellas con distintos sabores. – aunque no todo puede ser alcohol, también necesitamos comida.
— Un montón de comida. –Dije con una sonrisa en mis labios. – esa es la parte que más le emociona a Anne, así que supongo que ella está en ese pasillo.
— Ella solo está fingiendo. –Murmuró la capitana del equipo de espaldas a mí. – antes de desaparecer por allí me pidió que buscara un buen whisky para la fiesta.
Solté una carcajada y negué con mi cabeza, siguiendo a mis amigas. Realmente estaba muriendo en este momento por lo mucho que temblaban mis piernas con cada paso que daba, puesto que habíamos tenido una intensa rutina el día de hoy, pero me emocionaba con solo pensar en la celebración.
— ¿Qué hay del pastel? –Quiso saber mi mejor amiga mientras dejaba en el canasto unas cuantas botellas más de un licor que no conocía. – esa es la parte que me emociona también, no hay nada mejor que un poco de dulce para terminar con la resaca.
— Debemos ir a buscarla mañana temprano. –Mencioné, buscando con la mirada el pasillo de las decoraciones. – Anne pidió una extraña mezcla de chocolate y menta, y no pude decir nada, ella estaba completamente decidida a pedirlo.
— Anne y sus gustos extraños. –Dijo Jane con una extraña mueca en sus labios que me hizo sonreír. – entonces, ¿la fiesta será en la fraternidad? –Preguntó una vez más, asegurándose. –
— ¡Claro que sí, nenas! –Chilló Lily con una gran sonrisa en su rostro, acercándose a nosotras para rodear nuestros cuerpos y pegarnos a su costado. – no puede ser en otro lugar, la fraternidad es parte de ustedes, incluso si no quieren vivir allí con nosotras. –Musitó. – son parte del equipo, así que debe ser allí.
— Eso será genial. –Susurré y sentí como mi estómago se revolvía por la emoción. – supongo que las invitaciones no serán necesarias, todos sabrán que hay una fiesta y llegarán si saben que hay alcohol gratis.
— Alcohol más que suficiente para todos. –Afirmó la capitana con sus ojos fijos en el canasto que estaba en sus manos, para luego mirar el mío. – definitivamente las invitaciones no serán necesarias.
Nos movimos rápidamente por el lugar, encontrando a mi hermana, Rebecca y Jay buscando un montón de decoraciones que servirían para hacer que la casa luciera preciosa mañana por la noche. Posterior a ello, fuimos hasta el lugar de la comida para seleccionar unos cuantos bocadillos que lograrían llenar los estómagos de todas las personas que fueran a nuestra fiesta, asegurándonos así que todas las necesidades estuvieran cubiertas.
