"La vita é bella"
No, la vida no era bella.
O al menos eso era lo que pensaba Abigail cada vez que se ponía a reflexionar sobre su existencia.
Era difícil mantener una vida perfecta a los dieciocho años, pero lo era más para la pelirroja, incluso...
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Abigail.
Observé mi cuerpo frente al espejo y sonreí ante el resultado, estando a nada de cruzar la puerta para ir directo hacia la fiesta de celebración de esta noche.
El outfit consistía en una falda verde menta que llegaba hasta medio muslo, un body con tirantes de encaje color negro y unos botines estilo militar que llegaban hasta mis tobillos, los cuales tenían un poco de plataforma. Mi cabello estaba suelto, aún con las ondas que habían resistido a los saltos y mi maquillaje había sido reemplazado por uno un poco más sutil, con solo un delineado, mascara de pestañas, un lindo iluminador y un labial color nude.
— ¿Para quién te arreglas hoy? –Preguntó mi hermana desde mi cama, completamente arreglada. - ¿Finn o Nathaniel? –Su sonrisa era tan grande que casi no cabía en su rostro. –
— No tengo porqué arreglarme para uno de ellos. –Dije con un encogimiento de hombros mientras acomodaba en mi pecho el collar que utilizaría. – me arreglo para mí, y eso es lo mejor.
— Ya, odio que siempre sepas como responder. –Bufó, lo que me hizo sonreír. – bueno, de todos modos, ambos son guapos, así que tienen mi visto bueno.
— Tampoco lo necesitaba. –Murmuré con gracia y caminé hasta donde estaba, sentándome a su lado para esperar a nuestras amigas. - ¿Y tú? ¿Cuándo me presentarás a tu novio? –Quise saber. –
— Se llama Nicholas. –Respondió la castaña con la mirada perdida en el techo. – y no es mucho de ir a fiestas, pero supongo que puedes acompañarnos a comer algún día para que lo conozcas, solo debes elegir a cuál chico llevar contigo.
Rodé mis ojos y escuché como Anne reía con diversión.
— Puedo ir sola. –Musité en el momento en que Jane salía del baño con unas lindas trenzas por todo su cabello. - ¿Y bien? ¿Estamos listas? –Pregunté, pues Rebecca había ido a la habitación de al lado por su bolso. –
— Lista y dispuesta a tener la mejor noche de mi vida. –Dijo mi mejor amiga mientras movía sus caderas al ritmo de la música que seguro estaba únicamente en su cabeza. - ¿Quién conducirá esta noche?
— Yo. –Respondió Anne con seguridad y se puso de pie para colgar el bolso en su hombro. – pueden divertirse libremente esta noche, yo las traeré de vuelta a casa.
— ¿Estás segura de que te sientes bien? –Interrogué con mis ojos estudiando su rostro, buscando cualquier señal de enfermedad allí. – puedo quedarme contigo si quieres.
— Sí, me siento bien, lo prometo. –Aseguró la castaña y tiró de mi mano para ayudarme a ponerme de pie. – y no me excederé esta noche, solo buscaré una silla si lo necesito.
Fruncí el ceño con desconfianza y ella no hizo más que sonreír, guiándome hacia la puerta cuando Rebecca llegó a buscarnos. Juntas fuimos directamente hasta el coche de mi hermana, el cual tenía el mejor ambiente para una fiesta, pues gran parte del techo se abría y Jane aprovechaba de sacar su cabeza por allí cada cierto tiempo, gritándole al viento lo emocionada que estaba.
