V E I N T I D O S

177 25 1
                                    

Nathaniel

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

Nathaniel.

Despedirme de Abigail había sido lo más difícil de esta noche, incluso más difícil que verla bajar del coche de aquel doctor que pensaba podría una oportunidad con ella.

Introduje mis manos en los bolsillos del pantalón una vez que la pelirroja desapareció por las escaleras y comencé mi camino por las oscuras calles de la ciudad, deseando que el fresco viento chocando contra mi rostro despejara un poco de la necesidad que sentía de correr a encontrarme con la chica nuevamente.

Besarla había sido la mejor decisión que había tomado alguna vez en mi vida.

Sus labios no podían igualarse con nada, era un tipo de sensación que quería experimentar por siempre, incluso si ello conllevaba aceptar posibles consecuencias irreversibles.

Todo sobre Abigail era diferente a todo lo que había vivido alguna vez, ningunos ojos me habían mirado como los suyos y definitivamente nadie podía hacer latir mi corazón como ella lo hacía.

Iba perdido en mis pensamientos y caminando a paso lento cuando una mano sobre mi hombro me sobresaltó, produciendo que saltara ligeramente y moviera la cabeza con rapidez para buscar al responsable.

— No robaré tu móvil, por si te lo preguntas. –Bromeó Haniel con una sonrisa en sus labios. – solo quería caminar contigo en esta agradable noche de domingo.

— Tampoco tengo un móvil que puedas robar, idiota. –Bufé y continúe mi camino a su lado. - ¿Qué hacías por aquí? ¿Te gusta la universidad? –Pregunté. –

— Lo mismo podría preguntarte. –Su sonrisa no hizo más que crecer. – pero sé las razones, así que guardaré silencio por ahora. –Comentó con picardía. –

— Gracioso. –Susurré, observando su perfil. - ¿Me estás espiando? –Quise saber. – porque no se me ocurre otra razón por la que podrías estar recorriendo estas calles.

— Oye, tengo una nueva amiga a la que visitar ahora. –Se quejó mientras golpeaba mi costado con su puño. – no intentes guardarla solo para ti, también quiero pasar tiempo con ella.

Ah, Abigail y sus encantos.

— No sabía que tenías ese tipo de intereses. –Dije con una pequeña sonrisa asomando en mis labios. – pero puedes hablarlo conmigo, encontraremos un momento para salir a hacer algo los tres.

— ¿Cómo podríamos? –Preguntó Haniel y escuché el sarcasmo en su voz. – es imposible si acaparas todo su tiempo libre e intentas meter tu lengua en su garganta cada cinco minutos.

Demonios.

— ¿Nos viste? –Solté de inmediato, deteniendo mis pasos para así poder analizar su rostro. - ¿Es que tengo que cuidar mi espalda de ti ahora? –Una de mis cejas se alzó. –

— Ya, amigo, me harás sentir mal. –Gruñó el pelinegro y solo pude poner mis ojos blancos por un segundo. -  estaba buscándote y los vi allí revolcándose en el césped, nada más.

When I fallDove le storie prendono vita. Scoprilo ora