C U A R E N T A Y C U A T R O

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Abigail

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Abigail.

Finalmente, un día más tarde, estaban llegando los resultados de los exámenes que le habían realizado a Anne y es por esto que me encontraba a su lado en la cómoda cama del lugar, sujetando su mano con fuerza mientras nuestros padres estaban al otro lado, ambos sonriéndole con dulzura e intentando así transmitirle seguridad.

— Que bueno que estén todos aquí. –Comentó Garrent cuando ingresó a la habitación con unos cuantos papeles y dos enfermeras detrás de él. – así podemos hablar todos juntos e intentar ir aclarando las cosas de inmediato.

— ¿Qué puede decirnos de los resultados? –Preguntó mi padre con la voz entrecortada, dejando su mano sobre el hombro de mi hermana. – estoy temblando ahora mismo. –Dijo y carcajeó para suavizar la situación. –

Mi melliza presionó mi mano y volteé mi rostro en su dirección, sonriéndole para que ella también lo hiciera.

— La verdad es que no son buenas noticias. –Dijo y soltó un suspiro, dando un paso más cerca de nosotros para dejar los papeles sobre la mesa en la que solían dejar las bandejas con las comidas. – intenté verificar mil veces, repetir los exámenes para que no quedaran dudas y, aun así, el resultado era el mismo.

— Puede hablarnos con total sinceridad ahora. –Comentó mi madre y se sentó en los pies de la cama, quedando más cerca de Garrent. – somos todos adultos aquí, así que puede decirnos que está sucediendo. 

El joven doctor miró en mi dirección por unos segundos y supe que nada bueno podía salir de su boca, pues sus ojos no brillaban como solían brillar y sus labios nunca me sonrieron como solían sonreírme.

— La sospecha estaba desde hace un tiempo y creo que ustedes también lo sabían, muy en el fondo de sus corazones. –Comenzó él su discurso. – la quimioterapia nunca logró ser tan efectiva como esperábamos, y más que eso, solo hizo que Anne tuviera efectos secundarios y ninguna mejoría. –Dijo y asentí con mi cabeza, pues así había sucedido. – siempre estuvo la posibilidad de que no pudiera detener el crecimiento del cáncer y su propagación, pero seguía habiendo un poco de esperanza.

Realmente yo ya no tenía esa esperanza.

Ya no esperaba nada de esto, nada más que lo peor.

— ¿Está diciendo que el cáncer se propagó? –Interrumpió mi progenitor con el temor asomando en su mirada. - ¿Se ramificó? –Reiteró, esperando una respuesta. –

— Eso estoy intentando decir, señor. –Respondió Garrent con total sinceridad, produciendo que mi corazón se detuviera. – lo que intentamos no fue suficiente como para evitar que afectara otros órganos de Anne. –Dijo y sus ojos se enfocaron en la mencionada. – el cáncer sigue creciendo dentro de las capas más profundas del pulmón y eso hace que su hija sea completamente dependiente del oxígeno ahora.

When I fallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora