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El martes Jimin volvió a la escuela super decidido a continuar con su malvado plan de poner celoso a Jungkook. Hablar y coquetear falsamente con Eunwoo en la entrada al igual que el día anterior fue solo el principio. Cuando vio que su objetivo estaba mirando, abrazó a su compañero fuertemente y le sonrió.

Sin embargo, Jungkook no se involucró, solo le dirigió una profunda mirada de fastidio, apagó el cigarro que estaba fumando y se metió en la escuela dando fuertes pisadas. 

— Uh, este terco… — comentó Jimin rompiendo el abrazo con Eunwoo.

— Jiminie, ¿seguro qué quieres seguir con esto? — le preguntó el chico.

— Perdón, seguro ya te cansaste de seguirme el juego en esta tontería. 

— No, no me molesta. Solo me da miedo la cara con la que me mira — bromeó. — Pero hablando en serio. ¿Por qué no simplemente le dices lo que sientes y ya?

— Ya lo hice, ya te dije. Y él sigue rechazándome — suspiró Jimin. 

— No, no le dijiste que estás enamorado — respondió el mayor. 

— ¿Qué? Bueno, eso… — estaba sorprendido de oírlo. Lo había estado pensando pero escucharlo en voz alta fue fuerte. ¿Hasta Eunwoo se había dado cuenta de eso? — ¿Tú crees que sea amor? — le preguntó. 

— Te la pasas hablando de él, y pensando en él. Haces todo esto para poder tener su atención. Yo creo que sí — Eunwoo le sonrió y sacudió su cabello. 

— Uh, si fuese así, de todos modos no creo que cambie nada — se lamentó. — Jungkook no me quiere en su mundo.

— Si no lo intentas no lo sabrás. Deberías decírselo. Quizás así entienda que de verdad estás dispuesto a todo por él. 

El consejo de su compañero tenía sentido. Pero de todos modos Jimin no se sentía preparado para dejar salir unas palabras tan fuertes. Confesar “me gustás” y “te quiero” ya había sido demasiado para él. Decir “te amo” era otro asunto, uno más temeroso y peligroso. ¿Por qué todo esto tenía que estar pasándole tan rápido, eh? 

— Por ahora al menos solo quiero que me hable y me mire, que me de una oportunidad de conocernos más — le explicó a Eunwoo. — No quiero apresurar nada pero es que él ni siquiera da el primer paso y me veo obligado a hacer esta tontería de los celos. 

— ¿Y crees que siga funcionando? 

— No lo sé. Pero sé que no le gusta vernos juntos. En algún momento tiene que reaccionar y venir a buscarme. 

— A ti…o a mí para pegarme — volvió a bromear el más grande. 

— Que no te va a hacer nada, ya hablamos de eso — lo tranquilizó Jimin.

— Sí tú lo dices… — dudó Eunwoo. Y es que éste podía notar la asesina mirada que Kim Jungkook le clavaba incluso a la distancia, incluso cuando lo tenía a sus espaldas. En los recreos, en la cafetería, en los pasillos por donde se paseaba con Jimin, en todos lados. No estaba seguro de que el plan de su compañero funcionara pero eso no le aseguraba tampoco que no se iba a ganar el odio del pelinegro. Y estar en la lista negra de un Kim no era así que digamos una meta deseada en su vida ni en la de nadie. 

Pero bueno, al menos por ahora Jimin tenía razón, Jungkook no se le acercaba ni siquiera a hablarle. O eso creyó. Estaba caminando solo, yendo a su última clase del día cuando se lo encontró apoyado en una de las paredes del pasillo. Estaba serio, con las manos en los bolsillos, y con esa mirada asesina nuevamente puesta en su persona. 

Eunwoo se detuvo un momento. Lo miró asustado al principio pero luego decidió mantener la compostura. No podía defraudar a Jimin en su plan. 

— Hey, Jungkook, hola — lo saludó educadamente al pasar. No planeaba cruzar más palabras que esas. 

Almas Gemelas - KookminOnde histórias criam vida. Descubra agora