Almas Gemelas - Kookmin

▪️46▪️

Jimin estaba por golpear en la habitación de Kim Suho cuando esta se abrió de golpe. 
Jungkook salió y se sorprendió de ver el más bajito en ese piso. — Jimin, ¿estás bien? 

— Sí, yo…venía a hablar con tu papá — contestó.

— Está bien. Pero antes…¿cómo estás? — quiso saber. — No hemos hablado mucho desde que llegamos aquí.

— No, cada uno ha estado pendiente de su familia. 

— ¿Te duele? — preguntó Jungkook señalando la cabeza del menor.

— ¿Yo? ¿Qué hay de ti? Ese tipo te dio una paliza allá, Jungkook. Por un momento creí que te iba a matar.

— Estoy bien, mírame — le sonrió. — No te preocupes, no soy fácil de romper.

Jimin suspiró. Ese tonto. Se acercó y le dio un abrazo. — Gracias — le dijo entonces. — Si no hubieras ido por mí, esta noche el resultado sería otro. 

— ¿Y cómo no voy a ir por ti? Si algo te pasa, yo me muero — Jungkook lo envolvió con sus brazos y lo apretó contra su pecho. 

— También me muero si te pasaba algo. 

— Oh, bebé — el mayor lo miró a los ojos. Acarició una de sus mejillitas y se acercó. Realmente necesitaba darle un beso ahora. Sabía que no debía pero tenía que aprovechar la nueva oportunidad que les daba la vida de estar respirando otro día.

Sin embargo, Jimin lo esquivó. No es como si no lo quisiera, pero aún tenía varias cosas en qué pensar. 

— Perdón, yo…

— Descuida. Perdóname tú. Aún no olvido todo lo que hablamos antes de todo este lío — Jungkook se sintió dolido pero de todos le sonrió. Se hizo a un lado — Ya puedes entrar — señaló la puerta.

Jimin asintió. Tomó el picaporte, le dirigió una última mirada a Jungkook, y lo abrió. 

Dentro, Suho estaba en la cama, despierto. Tenía su hombro y pecho vendados. También su pierna. Se veía cansado. 

— Jimin, qué bueno que viniste — le dijo al ver al chico. La sola presencia del menor le había iluminado el rostro por completo, como si hubiera recibido una dosis de vida — Necesitaba verte.

— Sí, Jisoo me dijo que querías hablar conmigo.

— Sí, así es. Y aunque no creí que fueras a venir. Al menos no tan pronto.

— Es que también necesito decir algo. Y mientras más rápido me lo saque de encima, mejor. 

— De acuerdo. Pero déjame decir algo a mí primero — Suho se incorporó un poco en la cama. Le pidió a Jimin que se acercara más. — Hijo, lo lamento mucho — empezó cuando lo tuvo al lado. — Todo esto pasó porque eres mi hijo. Te fueron a buscar para lastimarme, porque sabían lo que significas para mí. Eres tan importante como Jungkook y Taehyung. Ya me disculpé con ellos. Y te lo tenía que decir también. Nunca creí que algo así fuera realmente a pasar. Siempre fui tan cuidadoso…yo, lo siento — repitió.

— Eso no importa ahora — negó Jimin. — Ese hombre…quería terminar lo que pasó hace mucho tiempo. Era a lo que Hana le temía, incluso sin saberlo. Siempre fue él el responsable.

Ahora podía ver la verdad. La había escuchado él mismo de la boca de Kang Woojin. Ya no había dudas. Y sabía que Kim Suho era inocente de aquella tragedia. Eso a Jimin lo aliviaba, y mucho.

— ¿Entiendes ahora por qué lo maté? Lamento que hayas tenido que ver eso. Pero tenía que hacerlo. Nadie se mete con mi familia. Te gusten o no mis métodos, así soy — le explicó Suho.