Almas Gemelas - Kookmin

▪️22▪️

Se mantuvo callado, con la mirada perdida y con las hojas de su cuaderno en blanco. Jimin no estaba prestando atención a las clases. Su mente no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando en su vida. Cómo todo había cambiado de un momento para otro. 

Seguía sin tener ganas de volver a su casa. No quería ver a sus supuestos padres y saber qué le seguían mintiendo en la cara. Había más secretos, él lo presentía. Quería respuestas y le daba mucha bronca que se las negaran. Tenía derecho a saber sobre su pasado ¿O no?

Taehyung le sonría cuando miraba en su dirección, buscando hacerlo sentir aunque sea un poquito mejor, hacerle saber que todo estaba bien entre ellos y la verdad lo agradecía. A Jungkook por otro lado no quería ni verlo después de haberle gritado. No quería saber nada con el pelinegro. No podía ahora sufrir por dos cosas al mismo tiempo. Su corazón no podría soportar tanto. Durante la clase de química que compartían ni le dirigió la palabra. 

Quizás ir a casa de Tae no sería buena idea después de todo aunque el castaño le insistió, porque ahí estaría su amor imposible también.

No sabía qué haría cuando finalizara la jornada de clases, pero una cosa era segura. A su casa no volvería. Ya ni la sentía suya. Prefería vagar por las calles. ¿Quién sabía? Quizás de allí lo sacaron. Quizás allí siempre perteneció.

Cuando la última campana del día sonó, fue el primero en juntar sus cosas rápidamente y salir. 

Jungkook siguió atentamente todos sus movimientos. — ¿A dónde crees que vaya? — le preguntó a su hermano.

— No sé, a casa con nosotros ya me dijo que no quiere ir, y por tu culpa, tarado — respondió Taehyung. — Quizás vaya con Eunwoo. Supongo que estará bien con él mientras tanto hasta que sepamos cómo ayudarlo.

— ¿Qué? No…¡No puede quedarse a dormir en su casa! — exclamó de pronto el pelinegro.

— Oye, cálmate, estará bien, son amigos. 

— ¡No creo que ese idiota tenga intenciones de una noche amistosa! ¡Se aprovechará de Jimin en este estado de vulnerabilidad! — ya podía verlo, las escenas pasaban por su mente como en una película. No, no, no podía permitirlo. La desesperación lo invadió.

— Ay, claro que no, estás pensando cualquier cosa — negó su hermano.

— ¡Es todo tu culpa por presentarle puros pervertidos! — le gritó Jungkook de la nada. Estaba furioso. Entendía que no era momentos para sus celos pero lo que menos necesitaba Jimin ahora era que un idiota abusara de él en su estado.

— ¿Qué? Mira, las cosas no son así — aclaró el castaño. Con todo el drama que estaba viviendo Jimin, ahora lo del plan de los celos parecía una tontería, no tenía sentido seguir con ello así que estaba dispuesto a decirle la verdad a su hermano. — En realidad Eunwoo y Jimin no-

Pero ni siquiera pudo terminar la oración ni contarle lo del plan. Jungkook puso su mochila al hombro y salió disparado detrás de Jimin. No iba a quedarse a escuchar las excusas de Taehyung. Tenía que detener al otro de hacer una posible locura. 

Recorrió los pasillos de forma desesperada pero no pudo localizarlo. Pensó que se ya habría ido. No obstante, camino hacia la entrada de la escuela, al pasar frente a la ya vacía cafetería lo vio saliendo por la puerta trasera con el celular en el oído. Corrió hacia él y hasta que lo pudo alcanzar se le hizo eterno.

— No lo llames — fue lo primero que dijo mientras intentaba recuperar el aliento. 

— ¿Qué? — Jimin volteó, bajó el teléfono y se encontró con Jungkook totalmente agitado frente a él. — ¿Qué quieres, Jungkook? No quiero pelear más hoy — le dijo cansado.