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Jimin estaba haciendo un enorme esfuerzo para tratar de que su amigo prestara atención a la lectura, pero Taehyung simplemente parecía quedarse dormido cada vez que le quitaba los ojos de encima. Estaban los dos sentados en el piso de la habitación del castaño, intentando estudiar para los exámenes como habían quedado más temprano, pero en eso seguía todo, en un intento. 

Taehyung tenía sueño, y Jimin por su parte, cuando lograba concentrarse, sus pensamientos lograban distraerlo una vez más. Cuando no pensaba en Hana, pensaba en el señor Kim. Ni él ni su esposa se encontraban en la casa esa tarde pero sabía que no tardarían en llegar. Y sabía que ver a Suho iba a ser super incomodo. 

— Tae, ¿quieres leer tú? Porque no siento que me estés escuchando — le dijo en un momento. 

— ¿Eh? ¿Qué yo qué? — exclamó de pronto el castaño en medio de un gran bostezo. 

— ¡Tae! — lo regañó Jimin y le pegó con una almohada. 

— Lo siento, pero biología es una materia muy aburrida — se defendió el otro. 

— Lo mismo dijiste de literatura hace media hora. Y lo mismo dijiste de matemáticas cuando empezamos con los ejercicios apenas llegamos. No vamos a cambiar de materia otra vez. 

Taehyung se encogió de hombros. — Definitivamente estudiar no es lo mío — rió. 

— Bueno, tampoco es que estoy reteniendo mucha información — admitió el más chico. — Pero tenemos que hacer un esfuerzo. No nos queda de otra.

— Lo sé, lo sé — bufó cansado. — ¿Qué tal un descanso? Te prometo ponerle pilas luego. 

— Está bien — aceptó Jimin. 

— Vamos a dormir una siesta — propuso Taehyung poniéndose de pie, solo para acostarse en la cama. Jimin lo miró y rió.

— No tengo sueño, pero…podría…— miró a su alrededor. El cuarto de su amigo seguía siendo un desastre. — Ordenar un poco. 

— Bah, ni te molestas. Lo limpian todos los días los empleados.

— ¿Sí? Pues no tardas nada en hacer lío en menos de un día entonces — rió Jimin. Así que mientras el otro descansaba, él decidió ponerse a levantar ropa y cosas del piso. Quizás estar en movimiento lo distraería de sus pensamientos. 

Acomodó algunas prendas sobre una silla y el uniforme escolar del chico. También sus zapatos, y juntó varios envoltorios de golosinas del suelo. 

Luego decidió ordenar su escritorio. Y fue allí, al abrir uno de los cajones para guardar unos lápices, que lo vio. Algo que llamó su atención, tanto que hasta creyó que era suyo. 

Aquella pulserita brillaba tanto como la suya. Era del mismo tamaño y con la misma medallita, igual que la suya. 

Jimin no tardó nada en tomarla entre sus dedos. 

— Pero ¿qué…? — exclamó confundido. 

Y se dio cuenta de que no era la suya. Esa no decía Jimin. Decía Taehyung. Y al darla vuelta, allí estaba, el mismo mensaje, y el nombre de Hana. 

Su respiración se aceleró. Jimin no podía moverse mientras observaba esa pulsera. Por un momento creía estar alucinando. Sí, debía ser eso. Estaba tan preocupado por Hana que su mente debía estar jugándole una mala pasada.

Taehyung se dio vuelta en la cama y abrió los ojos. Jimin estaba estático mirando algo que tenía en la mano.

— Uh, ¿qué estás husmeando entre mis cosas, Mimi? — preguntó confundido. 

Almas Gemelas - KookminUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum