▪️58▪️

1.9K 310 68
                                    

Jimin no creyó que Jungkook siguiera realmente en la casa cuando fue en su búsqueda. Una parte de él esperaba que ya se hubiera ido porque la verdad no sabía qué carajos decirle. Pero otra parte deseaba que no fuera tarde aún.

Y no, no lo fue. Jungkook estaba en el garaje preparándose para sacar su moto.

— Ah, no te fuiste — dijo cuando lo vio.

— Estoy a punto. ¿Qué pasa? — respondió Jungkook. — ¿Ya se te pasó la locura? 

Jimin resistió las ganas de mandarlo al diablo y solo ignoró el comentario. — ¿Vas al centro? — preguntó en cambio. 

— Puede ser… — sonrió haciéndose el misterioso. Jimin rodó sus ojos. 

— ¿Sí o no?

— Eso depende de la razón de tu pregunta. ¿Quieres que te lleve al centro?

— Sí. 

— Entonces la respuesta es no, no voy al centro — rió el otro.

— Mira, no sé quién te dijo que eras gracioso, pero no, no lo eres. Porque no me causa gracia — replicó Jimin. 

— Bueno, sí voy al centro, pero tengo que pasar a buscar a Mingyu a su casa, así que no hay lugar para ti. Así que prefiero mentirte para ahorrarte los celos — explicó Jungkook.

Jimin rió mientras por dentro solo se estaba atragantando con su bronca. 

Desplazado, así era como se sentía. Por ese otro que le robaba su lugar en la moto de Jungkook.

— Eso no me da celos — se encogió de hombros fingiendo desinterés. — Ve a buscarlo, no me importa. A mí puedes dejarme donde sea mientras sea en la ciudad. Me las arreglaré solo.

— Mmm — pensó Jungkook. — ¿A dónde tienes que ir exactamente? 

— Solo quiero salir un poco de casa, no importa dónde.

— Te dejo en casa de Mingyu. ¿Eso te molesta? Tú te bajas y él sube — sonrió el pelinegro.

Jimin estaba odiado con su actitud porque era obvio que buscaba molestarlo, pero él no le iba a dar el gusto de demostrarlo. — ¡Bien, me parece perfecto! — accedió entonces. — Y que conste que solo te uso de chofer.

— Entonces sube — Jungkook le pasó el casco. 

Se lo colocó, subió a la moto y se sujetó bien de él, por cuestiones de seguridad, obvio. Y así nomás se fueron. Otra vez viajando juntos.

Ni loco lo admitía en voz alta pero Jimin tenía curiosidad por ver dónde vivía ese Mingyu. 

Jungkook condujo tranquilo hasta la ciudad. Entró en un barrio no muy lejano al caos del centro y finalmente se detuvo frente a una casa sencilla ubicada en una calle bastante solitaria. Le recordaba su casa en Busan.

— Bueno, los autobuses pasan por esa esquina. Puedes ir a dónde quieras — le indicó Jungkook cuando se bajó de la moto. 

Jimin miró. No había nadie en esa parada. Y ahora que lo pensaba salió tan apurado de la casa que no se había traído ni dinero ni su tarjeta de viaje. Se sintió un tonto pero no comentó nada. 

— Claro — respondió. — Gracias por el aventón. 

— De nada. ¿Me das el casco?

Jimin bajó la mirada. Estaba aferrado a su casco. 

— Lo necesito para Mingyu — insistió Jungkook. 

— ¿Qué? ¿Se lo vas a dar a él? Pero…es mío — replicó. 

Almas Gemelas - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora