20.

2.8K 274 63
                                    

Extensión de Dominio: Andanada.

La manera en la que se puede hacer uso de esta extensión, la portadora debe sacar un pequeño cristal de una rosa y lanzarlo en el punto centro que se encuentra entre ella y el enemigo.

¿Y si el enemigo se encuentra bastante lejos?

Se formará una extensa flor en el suelo para después ser envueltos en un domo de cristal.
La portadora será más veloz, más fuerte y con los reflejos mejor desarrollados.

Atacará a su oponente gracias a una espada hecha de cristal. Los movimientos serán frenéticos e imposibles de percibir.
El último golpe, no sólo acabará con el enemigo sino también, aquella flor formada en el suelo se formará en pequeñas ráfagas de cristal que terminarán con el enemigo.

¿Hay alguna desventaja? Sí. Al parecer, es la única Extensión de Dominio que tiene una desventaja:

Si en caso de fallar el último, las ráfagas no le van a infligir daño al enemigo sino a la portadora, consecuencia de haber ejecutado mal dicha habilidad.

Resumí esas cuatro páginas en la mitad de una hoja.
No suena difícil.

Espero.

— Ay, como jode — se quejó Shoko, sentándose al lado de mi. Frente a nosotras se encontraba Getou. Sólo estábamos los dos en la mesa solos y, en ningún momento, hizo o dijo algo.

— ¿Qué sucede? — pregunté, dejando de lado mi celular.

— Yaga quiere que vaya a una misión.

— Podemos ir juntas.

— Quiere que vaya sola.

Hice una mueca. Ella hizo una mueca. Ambas hicimos la misma mueca, al darnos cuenta comenzamos a reír.

— ¿Por qué me tocó una misión con Nanami? — preguntó Satoru, sentándose al lado de Getou. Este ni siquiera le dirigió la mirada — ¿A ti con quién te tocó la misión? — preguntó al pelinegro de al lado, quien no le respondió en ningún momento. Satoru nos miró. Torcí la boca. Ya me está cansando su arrogancia.

— ¿Te comieron la lengua los ratones o por qué no contestas, Suguru? — pregunté al borde de mi paciencia. Él me dirigió la mirada seriamente para después sonreír.

— No sé si tu novio te de permiso de ir conmigo a la misión.

Hace una semana que fuimos al clan Zen'in. Shoko me sugirió ir al clan Inumaki, pero la semana pasada estuvo muy pesada como para tener tiempo de ir.

Hace una semana que Satoru me pidió ser su novia, ¿Cómo? Fue a poner un cartel en la entrada de la academia haciéndome dicha propuesta. No evité reír, me dio más risa que vergüenza, porque a mi jamás me ha gustado ser el centro de atención, y ese día nadie iba a pasar por alto ese cartel.

Hace una semana que Getou nos ha estado evitando a ambos. Al principio creí que era porque él y Satoru ya no iban a tener tiempo para compartir como antes, pero, ni aún estando el mismo Gojo a su lado, se toma la molestia de hablarle.

— Satoru no es mi dueño — dije, viéndolo con firmeza —. Es mi novio, que es diferente.

— Sunmi es libre de hacer lo que quiera sin que yo le diga algo — siguió diciendo Satoru, el pelinegro finalmente lo miró —. Yo no mando en su vida.

Nos quedamos en silencio, sintiendo la tensión aumentar cada vez más. Ieiri me había tomado de la mano porque tenía temor a que me saliera de control y pusiera en su lugar a Getou.

«Lovefool»; Gojo SatoruWhere stories live. Discover now