«Lovefool»; Gojo Satoru

59.

La pequeña tenía la cabeza baja jugando con los demás niños. Su cabello corto le impedía ver con claridad sus diminutas facciones. ¿Quién es esa niña? Luchaba para, al menos, lograr ver sus ojos.

— Hola — saludó un niño. Este se encontraba en el lado de valla de la escuela, dirigiéndose a uno que se encontraba afuera — ¿Estudias aquí?

— Ah, no — contestó —. Estudio en otra escuela.

— Comprendo.

— Oye, esa niña de allá — apuntó a la pelinegra que levantó finalmente la cabeza. Se llevó una sorpresa al percatarse del parecido.

— ¿Quién? — preguntó, dirigiendo su mirada a la niña que aún seguía indicando — ¿Qué tiene?

— ¿Cómo se llama?

— Ah, te gustó, ¿verdad?

— Eh... Es bonita.

— Su nombre es Sunmi — respondió sonriendo —. Si estudiaras aquí, convivieras mucho con ella.

— ¿Sunmi? — asintió — ¿Sabías que ella es la reencarnación de la esposa de un rey?

— ¡¿De verdad?! — asintió — ¡Qué emocionante! Entonces tenemos una reina aquí.

— Pero... El rey no era una persona buena — su expresión de alegría se vio desvanecida —, él mataba personas, aterrorizaba a los demás. Hacía daño.

— ¡Entonces ella es igual! — exclamó temeroso. Se alejó de la valla para ir hasta los demás niños que estaban con la pequeña pelinegra — ¡Aléjense de Sunmi!

— ¿Qué? — preguntó la misma confundida. Sus compañeros lo veían con suspicacia.

— ¡Ella fue la esposa de un rey que mata personas! ¡Ella es igual que él! ¡También nos va a matar!

— ¡¿Qué?! ¡¿De qué...?! — el pequeño grupo se fue corriendo, mirándola con miedo — ¡Oigan! ¡Esperen! — quedó de rodillas mirando cómo se alejaban de ella —. Hicieron lo mismo que mi papá... — musitó —. También se fueron... — bajó la cabeza —. Maldito seas, Sukuna.

Sintió una mirada sobre ella. Desesperada, miraba a su alrededor pero no había nadie más en el patio. El pequeño estaba escondido detrás de un árbol de la calle, mirando a la pequeña personita que le estaba buscando.

— Tiene unos ojos muy bonitos — dijo, para él mismo —. Como un cristal.