«Lovefool»; Gojo Satoru

48.

Me quedé dormida sobre su pecho. Con su chaqueta sobre nosotros, igualmente mi saco. Creí que el sofá nos quedaría pequeño pero es todo lo contrario.
Mi celular sonaba por segundos para después guardar silencio y proceder a sonar el de Satoru. No me quiero levantar porque estoy muy cómoda aquí, pero el sonido ya me está irritando.

Lentamente me levanté y pude fijarme que Satoru no lleva el vendaje oscuro en sus ojos. Suspiré profundo, me incliné para besar su mejilla. Dejé los abrigos sobre él para cubrirlo del frío. Tomé mi celular y contesté sin ver el número.

— ¿Sunmi?

Preguntó mi hermano. Es el que está llamando a cada cinco segundos en ambos celulares.

— ¡Hola!

— ¡¿Por qué demonios no contestan el teléfono?! ¡Pensé que les había pasado algo! ¡¿Dónde está Gojo-sensei?!

Sentí una opresión en el pecho. Se preocupó demasiado tanto por su hermana como por su profesor.

— Tranquilo — respondí.

— ¿Gojo está contigo?

— Sí. Está dormido.

— ¿Estaban... Durmiendo?

— Sí...

Silencio de ambas partes. Yo esperando una respuesta y él procesando la mía.

— Lo siento. No sabía. Perdón.

— Ah, tranquilo. Pero, primeramente, ¿sucede algo?

— Eh... Sí. Ijichi está buscando a Gojo porque tiene algo de importancia que decirle.

— Le voy a comentar a Satoru. Gracias, Megumi.

— Sí. Bueno... Nos vemos.

— Te quiero.

Colgó. Reí bajo. Sólo una vez me dijo esas palabras y fue cuando Satoru le regaló una bicicleta días después de Navidad y estaba ansioso por usarla.
Caminé hacia él. Me puse de rodillas a su lado y comencé a acariciar su rostro con mi mano acuñada. Suspiró profundamente, ligeramente abrió los ojos, tomó mi mano y comenzó a repartir besos en ella. Fue una sensación tan agradable que me volví a acostar encima de él, no sin antes quitarle el saco y la chaqueta de encima para dejarlas sobre el respaldo del sofá. Acarició mi cabeza con delicadeza mientras me robaba suspiros profundos.

— ¿Quién era? — preguntó somnoliento.

— Mi hermano — respondí.