"Ámame, ámame; dí que me amas. Engañame, engañame; ve y engañame.
Ámame, ámame; finge que me amas.
Déjame, déjame; sólo dí que me necesitas."
[Libro I; Saga: Lovefool]
Cada dos días traeré a Toge a la academia con la intención de que aprenda a controlar su poder. Espero poder formar un gran hechicero. Si eso sucede, podré traer a mis hermanos aquí.
Me encontraba sentada en su cama, mis piernas estaban estiradas. Recostó su cabeza en mis muslos mientras estaba jugando un juego en su celular. Yo, por otro lado, estaba leyendo el libro que Maki me prestó. Aún tengo el libro que mi hermana me prestó. Es curioso que ambos relaten un poco de Sukuna Ryomen. Principalmente el de mi hermana. Yo no sabía que tenía ese tipo de libros en su estante.
La música de fondo del juego dejó de sonar. O apagó el celular o se le descargó.
— Mimi.
— Satoru.
— ¡Vamos por un KFC!
— Ya es algo tarde — dije, dejando el libro de lado y posicionando una mano en su frente —. Y ya están cerrados.
— ¡Mañana! — exclamó contento. Se sentó en la cama de un brinco — ¡Mañana vamos!
— Claro que sí — dije sonriendo. Me alegra verlo en ese estado. Sonriendo como antes. Daría lo que fuera por verlo siempre así. Me abrazó con fuerza.
— ¡Oww! ¡Te amo, te amo, te amo, te amo! — comenzó a repartir besos en mi rostro infinidad de veces. Comencé a reír por eso.
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Me quedé mirándola trotar junto a Ieiri. Tengo buena condición física, y, además, ellas me sugirieron hacer ejercicio para mantener mi mente despejada; principalmente Sunmi.
La única forma en la que puedo tener mi mente despejada es verla contenta y no con esa mirada triste que tenía cuando la conocí.
Quién diría que una chica que nació a miles de kilómetros lejos de mí iba a ser lo más importante en mi vida.
— ¿Por qué no te uniste a ellas? — preguntó Nanami, sentándose a mí lado.
— Estoy mejor así — respondí. La pelinegra y la castaña pasaron frente a nosotros.
Sunmi tiene las piernas más largas que Ieiri, por eso le lleva una ventaja de algunos 40 centímetros. Aunque estén trotando. Su cabellera oscura levitaba con cada paso que daba y su mirada se encontraba fija en el frente. Pensé que era por el Sol, pero desde el primer momento que la conocí, me di cuenta que no tiene el cabello completamente negro, sino que tiene un tono azulado. Negro azulado, así dijo ella que tenía su color de pelo.
No he sabido cómo se siente al respecto después de toda esta situación que pasamos con Getou. Sí, puede que yo sea el afectado porque era mi mejor amigo, pero, ella fue atacada y amenazada por él. Por el chico que la cuidó como si fuera su hermana, por el chico que la ayudó a acoplarse a este sitio y aquel que le daba confianza.
