LOS VIGILANTES DE SENBOKU.

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Comienza una noche más.

La luna se ha puesto a brillar en un azul celestial con carteles de neón por todo el lugar. Faroles y demás brillan en luces blanquecinas alrededor de toda la ciudad.

Sombras que pasan y desaparecen en los techos oscurecidos solamente iluminados por la luz celeste que del cielo desciende.

Orejas de conejos sacudiéndose en el ristre de sus cabezas. Unas reales y otras imitación.

Movimientos oníricos, repitiéndose una y otra vez en momentos.

Esas sombras que vienen y van, crecen y desaparecen en los techos. De esta manera, justo al cruce de un pequeño rio que divide dos partes de la ciudad que solo termina conectándose con un pequeño puente, a través del reflejo del rio se observan dos siluetas, una atrás de otra. Sin embargo una de esta sombras se precipita y el reflejo del agua se hace más claro.

Una persona había aterrizado en el puente que conecta las dos partes de la ciudad.

Esta misma persona que aterriza, le sigue una segunda que apenas logra no caer de cara pues había resbalado.

El sitio era un lugar tranquilo como precioso.

Ese pequeño rio que continua hacia delante y hacia atrás yendo en dos direcciones opuestas le sigue un barandal bastante alto, casi a nivel del pecho mientras que, en el puente donde ambos se encuentran, los rodea una cantidad de luces provenientes de los mismos edificios, iluminando el largo camino del rio.

Filas y filas de edificios con carteles, luces de adorno he iluminación natural. Era prácticamente el lugar indicado para que una dulce pareja pasara la noche. Lamentablemente para nuestro peliverde quien ha descubierto su rostro, no será así.

―¿He? ¿Ya te canso la máscara? ―Rumi sonrió con satisfacción.

Izuku por su parte se quedo parado respirando, tomando una buena cantidad de aire para recuperarse.

―Honestamente, me sentiría mucho más cómodo con la mascara si no fuera por que ya hemos recorrido mucho camino y apenas puedo respirar...

El pecoso se encontraba tomando pequeñas dosis de oxígeno, controlando su respiración y calmando los incesantes sonidos de su corazón palpitando como tambores en un festival.

―¿Ya miraste este sitio? Parece de estos lugares en los mangas shoujo donde se desarrolla una comedia romántica.

Un increíble manto de tensión se apodero del lugar. Claro, izuku no tenia alguna queja sobre esto. La tensión vino más que nada porque Rumi esperaba algún tipo de reacción avergonzada de izuku pero para su mala suerte, el chico o es muy estupido, o bastante ignorante. Despues de todo, Midoriya Izuku no es el confidente del amor y por ende no entiende ningún tipo de estos comentarios.

―Hmm... ―Rumi observo a izuku. Ella quería molestarlo pero al ver nula reacción en su comentario ella decidió hacer otro―. Esto me recuerda a algo agridulce en la escuela secundaria. Fue despues de la escuela. Había dos estudiantes en un salón de clases. Las cortinas se mecían con la brisa ligera, y a medida que los rayos del sol poniente pasaban a través, un chico recogía su valor y se confesaba. Todavía recuerdo claramente la voz de esa chica. «¿No podemos ser amigos?»

Rumi estallo en una risa estridente. Ella golpeo su cintura con la vieja valla de madera en el puente.

Entre risas, Rumi entre abría sus ojos esperando alguna reacción de izuku. Pero en respuesta, este simplemente yacía mirando a su alrededor como si ni si quiera hubiera escuchado alguna palabra de Miruko. Claro, ella se sintió como si fuera un pedazo de basura.

Decay:KING OF VILLAINSWhere stories live. Discover now