HASTA NUNCA, LAUGHING BOY.

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­­­―Cariño.

De la oscuridad hacia la luz. Quien no miraba a la nada en un momento lo observo todo.

―Hikari ―hablo por segunda vez la misma voz femenina―. ¡Despierta!

Ella abrió sus ojos con notable extrañeza.

―¿Ya llegamos? ―pregunto sin pena alguna.

―Duermes como oso ―contesto una voz masculina―. ¿Dormiste bien ayer?

―Algo así ―respondió sin interés la pequeña joven en el asiento trasero de un honda―. Entonces ¿ya llegamos?

El hombre al volante miro a través del retrovisor observando brevemente a su hija.

―Todavía no ―dijo su padre―. Mira afuera.

―¿Huh?

Con la ventana media baja, la chica de larga cabellera rubia lanzo un vistazo fuera de esta. Su cabello se sacudió apenas tuvo contacto con la brisa fuera del coche.

Entonces su rostro se llenó de dicha.

Un hermoso cielo azul con nubes adornándolo y pájaros sobrevolando el gran plano azul.

El trio, padre, madre e hija viajaban por lo largo de una carretera al costado de una colina a través de un vasto sendero lleno de vibrante naturaleza.

Todo tipo de vida natural se avistaba por todos lados.

―Esta isla es preciosa, ¿cierto?

Hikari realmente carecía del tacto con cosas como estas.

A veces se preguntaba qué tan natural era asombrarse por tales vistas tan grandiosas, a veces también se cuestionaba que tan normal era ignorarlas.

Por alguna razón, esta vez sintió algo vivido dentro de ella.

Al haber nacido y crecido en esa isla había visto muchas cosas crecer, muchas morir y otras relucir en el apogeo de su vida. Todo esto era tan cotidiano que le dejo de prestar atención hace tiempo. Sin embargo, sus padres por algun tipo de cohesión, seguían sorprendiéndose de cosas como estas a pesar de todo el tiempo que ellos llevan viviendo en esta isla.

Desde un ligero aleteo de una mariposa encima del pico de una flor hasta la brisa más delgada sobre el plano de tierra sobre aquel mar.

Sus padres seguramente ya han visto todo lo que esta isla tiene que ofrecer y, aun así, se siguen sorprendiendo.

―Pensar que ya casi te gradúas. Y pensar que aún recuerdo cuando te cambiaba los pañales como si fuera ayer... ―dijo su madre―. Este podría ser nuestro último viaje juntos.

―Hmm... Mamá... ―Hikari volvió su mirada hacia el asiento delantero―. Ya no es la edad media, vendré a verte a menudo.

―No se trata de eso hija...

―Lo que tu madre quiere decir es que será extraño. La sensación de quedarte atrás mientras tu hija sigue avanzando es como casi una perdida, pero a la vez es un gran delirio de orgullo.

―No me gustaría que estuvieras interrumpiendo tu vida solamente para verme. Tendrás tus dificultades y responsabilidades. Posponer verdaderos retos por ver a la cara a tu madre no es algo que me gustaría para ti.

―Lo haces sonar tan mal ―contesto Hikari con una ceja alzada―. ¿Siempre fuiste tan mala para hablar?

―Ese modo de hablarme es resultado de tu independencia acaso ¿Hikari?

Decay:KING OF VILLAINSWhere stories live. Discover now