OBEDIENCIA VS ONE FOR ALL.

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[Había algo más allá del mar...]

El chico camino, detrás de la chica. El cabello ondulado y el cabello quebrado. Verde y ámbar sacudiéndose con el viento de la noche fría y tormentosa.

El agua bajando a cantaros he inundándolos de cabeza a pies.

[El recuerdo era solo eso, un recuerdo que me hizo darme cuenta de las cosas que destroce en mi interior para poder seguir adelante. El como yo deteriore mi propia cabeza para no cargar con el dolor de la perdida de Himiko. Aun lo hago pero... en ese recuerdo hubo algo que no le di mucha importancia en su momento.]

A su paso, las huellas en la arena se disipaban con la húmeda marea que arribaba. Borrando sus huellas como la vida tras el tiempo dejando solo la arena pura y virgen como alguna vez fue.

[Por un momento lo sentí, los pude ver. Había algo, como si fueran personas viéndome a lo lejos, a través de la infinita oscuridad debajo de ese cielo entornado. Era un pequeño grupo de personas... uno que vivía dentro de mí.]

Tras ese día izuku jamás pensó en ello como algo especial, como algo que no fuera mas que un recuerdo culpabilizado. Pero ahora, frente a aquella enorme figura de un hombre de cabello rubio casi blanco que le llegaba hasta las orejas. Una marca en su rostro como una grieta y mirada fría y certera.

Ese hombre era un predecesor.

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CAPITULO 15

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Las nieblas de matices grises desaparecieron en un parpadeo, como si una gran turbina de avión empujara una ventosa sobre el espacio donde se encontraban.

El camino blanco casi como roca de cemento se quebró hasta el punto de dejar una especie de isla flotando en un espacio oscuro en medio de la nada. En el cielo nubes y tinieblas moradas y oscuras viajaban como un cometa en el espacio.

A su alrededor pequeñas motas de humo se convertían en mareas de tiniebla que andaban como los arbustos secos del oeste.

―Hikage Shinomori ―dijo el hombre, con su voz tranquila y apacigüe―. Ese es mi nombre.

Cuando escucho su nombre, izuku enseguida quiso volver a hablar pero se dio cuenta en un segundo que su boca no estaba. Tampoco sus piernas o sus brazos mas que una mano y la mitad de su rostro de la nariz para arriba.

Todo estaba cubierto de una nube oscura.

»¿Eh?

Izuku toco el lugar donde debería estar su boca preguntándose como es posible que hablo antes, incluso haber preguntado su nombre pero ahora, era incapaz de hablar.

―Incluso en los ecos mas profundos del subconsciente se puede llegar a surcar más allá de los limites propios. Sin embargo, cuando el mismo se percata de sus limites todo se vuelve inviable ―Hikage, el hombre de cabello algo largo rubio y maltratado miro a su alrededor notando a lo lejos los últimos vestigios de ese mundo de grises matices―. Tu subconsciente es interesante cuanto menos. Diría que se acerca mucho a la línea entre tu y «Nosotros».

La ultima palabra hizo eco en la cabeza de izuku.

«¿Nosotros?»

Hikage devolvió su vista hacia izuku y cerró los ojos volviéndolos un par de rendillas filosas que apuntaron hacia el chico.

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