CENA FAMILIAR ― PARTE I

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Habían transcurrido unos días desde la visita del presidente de la comisión de seguridad pública y el sospechoso encuentro de miradas entre Midoriya Izuku y aquella mujer de largos cabellos bicolores.

Durante este tiempo la cabeza de Izuku había estado alrededor de muchas preguntas las cuales trataba de atacar, buscando una respuesta clara.

La primera de ellas era la sensación de conocerla. Claro, si nos refiriéramos al tema de afición se podría decir que Izuku tenia un par de hojas dedicadas a esa mujer en sus libretas de anotaciones, por lo cual, a lo que se refiere al decir «Conocerla» es la moción de que en algun momento estuvieron cara a cara.

Era una duda que realmente lo estaba atosigando, tanto que al paso de los días no pudo mas y termino por llamar a Tenko para una conversación privada.

Justo a la hora del desayuno Tenko había ido a buscarlo al techo de la escuela justo a tiempo con lo que parecían ser unas grandes expectativas de una historia impactante brillando en sus ojos.

Y al parecer acertó. Pues cuando Izuku comenzo a contarle acerca de sus dudas poco a poco llego a la conclusión de que quizás, si sus recuerdos no estaban tan divagados en su cabeza, juraría que vio a una mujer igual aquel día hace meses en Osaka.

―No estoy seguro de que sea ella, pero me causa dudas ―le dijo―. Además las pruebas están ahí. No pude haberme curado yo solo.

El silencio se apodero por un momento. Tenko parecía algo desconcertado mientras tragaba un trozo de Anpan. Despues de un largo momento se enderezo lentamente, golpeo su pecho y trago.

―Siempre has tenido ese desliz con la comisión de seguridad pública, ¿No?

―Podría decirse. Ya sabes por qué ¿no? ―agitando su mano en un ademan de saludo Tenko asintió―. Siempre he sido del tipo a quien le ponen un cartel que dice «Cuidado, muerde»

Tenko rio.

―Tienes razón, aún recuerdo nuestra caminata en la playa con Toshinori. Ese grupo de hombres, ¡Te juro que pensaba que eran espías!

―Bueno, en parte lo son. Su trabajo principalmente es mantenerme vigilado cuando me alejo de las zonas referentes a Kamui-San.

―¡Es casi como tener un guardaespaldas!

―Para nada.

Por alguna razón Izuku sonaba disgustado y Tenko lo noto en nada.

Se había dado cuenta durante los últimos días como la presión sobre su amigo iba en aumento. Usualmente era del tipo callado al fondo del salón pero con una sonrisa amable cada vez que alguien le dirigiera la palabra.

Últimamente parecía que los de la clase no querían ni acercársele. Mina, Toru, incluso asui eran las principales chicas que carecían de una mirada directa resistente.

Siempre que Izuku llegaba a clases lo hacia bastante temprano, claro, no como antes recién se matricularon. Izuku era posiblemente el segundo o tercero en llegar y cuando lo hacia desplegaba una aura oscura tan deprimente y aterradora que Mina varias veces lo confundió con la muerte.

Gritaba una y otra vez debajo de su asiento que venía por su alma.

Tenko admitía que por ese lado a veces le agradaba ver a Izuku de esa forma. Se partía de la risa de las reacciones de los demás y eso realmente lo alegraba el día.

Por otro lado estaba esa voz angelical que le decía que dejar a su amigo en ese estado podría resultar algo conflictivo para Izuku.

Tenko había ideado un par de cosas para poder hacer que Izuku dejara de sobre pensar.

Decay:KING OF VILLAINSWhere stories live. Discover now